martes, marzo 10, 2009

Mi declaración patrimonial

Después de hacer sumas y restas, me di cuenta que lejos estoy para realizar la declaración patrimonial exigida por el SRI. Ni siquiera la original que llegaba a los cien mil dólares para la individual y de doscientos mil para la sociedad conyugal. Peor ahora que Carlos Marx Carrasco se mostró sensible y duplicó los valores de exigencia. No llego ni solo ni en matrimonio a esos niveles en cuanto a mis bienes materiales.

Pero si se tratase de mis bienes espirituales, me declaro millonario. Me enriquece el amor de mi familia, el afecto de mis amigos y, sobre todo, las manifestaciones generosas de oyentes que no les conozco y que me escuchan cada mañana en la radio.

Uno de ellos es el profesor de la escuela Luis Cordero, Claudio Bravo Espinoza, quien me abruma con la siguiente carta:

Es un singular honor y una grata satisfacción dirigirme a tan noble medio de comunicación donde nacen y germinan semillas fecundas que son un gran salto en el desarrollo social y humano de tan grande y Señorial Santa Ana de los cuatro ríos de Cuenca.


Este es un eufórico momento donde brotan lozanas expresiones que sin ningún divague expresan un significativo gracias.


Desde las 05h30 engancho mis sentidos a Tomebamba 102.1 del Dial, a esa estación radial que asume la historia que es la verdadera liberación.


Son ya varias écadas de oyente, pero sigue igual a mis años de Cuencanidad, son las seis de la mañana y se inicia un conjunto de emociones y de aportes futuristas, se amanece con las voces de seres humanos, de prolíficos deseos, señalando rumbos, defendiendo prestigios y orientando el progreso y el desarrollo.


Son la voces inconfundibles y amigables del Dr. Jorge Piedra Cardoso y Hugo Guillermo, voces de transformación, convencidos que el trabajo es la superación, aunque este sea duro; una batalla, pero tan gratificante serán los laureles de la Victoria.


Estas dos voces con ideas, experiencias y conocimientos son una cosecha viviente y un nuevo amanecer.

Tan gratificante conocer el noticiero matinal el santoral de la fecha y las predicciones del tiempo pero sobre todo escuchar esa frase tan humana “Que sean felices” irradian ánimo y elevan el autoestima que va de acuerdo a la cultura basada en la exigencia de nuestra propia autonomía.


Transcurre el tiempo en loco embeleso y esas voces mañaneras de la Voz del Tomebamba nos recuerdan a cada rato que ya es hora de salir al trabajo, mientras nos enteran de las noticias, me agradan los comentarios medio afiliados contra los politiqueros, los corruptos pero en especial esa carga de bronca contra el alcohol y sus proveedores. Qué viva siempre el sustento de la salud y ala vida, la bendita Alegría.


Soy un oyente incansable de ese noticiero, siempre espero oír las voces que me levantan, me alegran y e informan. Soy un profesor con plena vocación, de mi casa a la escuela nada me pierdo del informativo. Desde hace décadas encaminaba a mis hijos al plantel con vuestra compañía, hoy apuro a mi nieta con al hora, la noticia, el comentario y ese calor significativo de amistad, compañerismo y solidaridad.


Que nunca falte su exquisita compañía, que Dios los bendiga a Ud. Don jorge y Don Hugo que siempre tenga en mi transitar esas voces que también son parte objetiva de Nuestra cuenca Patrimonial.


Señores de La Voz del Tomebamba, un abrazo a distancia.


Atentamente

Lic. Claudio Bravo Espinoza

Profesor Escuela Superior

Luis Cordero C.

P. D. En este mes cumplo 52 años y soy oyente desde los 22.



Después de leer esta carta debo decir que me siento millonario y que mi declaración patrimonial intangible es inmensamente superior a la de Álvaro Noboa.