viernes, febrero 22, 2013

Cómo entender en Azuay el 5-0 de Alianza País



Muchos se preguntan ¿cómo un solo partido se lleva todos los cinco escaños de la provincia del Azuay si “solo” obtiene el 56 %? ¿Qué pasó con el 44 % restante que votó por otros? Son preguntas que merecen respuestas.

1)Las reglas del juego:

La Asamblea Nacional, con los votos de Alianza PAIS impuso el método D’Hont para la distribución de los puestos en las elecciones pluripersonales. Hay que recordar que hace más de diez años fue declarado inconstitucional. Pero, ahora, el propio Tribunal Constitucional lo acreditó.

El método D’Hont aplicado en varios países americanos favorece al partido dominante. En las elecciones anteriores de 2009 y 2011 la principal fuerza política del Ecuador se constituyó Alianza PAIS. Las minorías son las más perjudicadas por esta manera de distribuir dignidades.

2)El endoso o el arrastre de Rafael Correa:

Desde 1979, la figura del arrastre político del candidato presidencial se ha impuesto en el Azuay y en todo el Ecuador. Ha pasado con la Izquierda Democrática, Democracia Popular y ahora con Alianza PAIS.

Rafael Correa obtuvo en el Azuay el 62,2 % de la votación válida (porcentualmente menos que en Guayas, Santa Elena y Manabí). Su lista de asambleístas alcanzó el 56 %, suficiente para ganar la mayoría de las dignidades. Pero se llevó todos los cinco puestos. ¿Por qué?

3) La fragmentación de los otros partidos:

Con un panorama poco favorable para las minorías, los partidos de oposición prefirieron hacer cálculos personalistas y evitar las alianzas para enfrentar al favorito Alianza PAIS.

Se descompusieron en once listas. Los resultados para ellos fueron calamitosos. Ninguno llegó al diez por ciento de la votación. El Movimiento CREO, que terminó en segundo lugar obtuvo apenas el 9,3 %, insuficiente para arañar un espacio en la asamblea. Más triste es mirar como otros grupos que trataron de ir juntos, se quedaron. Eso pasó a la Unidad Plurinacional y al Movimiento Igualdad. Juntos sumarían 12 %, más que suficiente para tener un representante y dejarle con cuatro a Alianza País.

Reflexión final:

Si la escoba D’Hont se encargó de barrer a quienes antepusieron sus intereses personales y partidistas, la historia se repetirá dentro de un año, cuando vayamos de nuevo a elegir dignidades de los GADs. Se aprenden de los errores, pero si vuelven a cometerlos, no volverán a lamentarse por favor.

lunes, octubre 29, 2012

La lección de Malala a través de la película “Osama”


A propósito de que en estos días el mundo se conmocionó con el brutal ataque talibán a la niña paquistaní Malala, activista estudiantil, para comprender mejor el escenario de depravado acto terrorista, vale la pena ver la película Osama (2003) que cuenta la historia real de una jovencita que se disfraza de niño.

La primera reflexión que llegó a mi mente después de ver la cinta fue preguntarme por qué nací aquí en esta ciudad de Latinoamérica, en un pequeño país llamado Ecuador. La posibilidad de este suceso es de menos de una en mil, casi la misma posibilidad de nacer en Afganistán o Paquistán. Es decir, fue un asunto casual y afortunado.

Y entonces, pienso en la niña Osama y en todas las mujeres que comparten la desgracia de nacer y vivir bajo un sistema que les impone la oscuridad y la desesperanza.
Una de las escenas que refleja la bestialidad y anacronismo del estado opresor es aquella en que un talibán obliga a cubrirse los pies a la madre de Osama.

La película de Siddiq Barmak me deja frustrado; pero, al mismo tiempo esperanzado, porque en medio de la intolerable opresión también hay momentos de formidable solidaridad humana como la actitud del tendero con Osama o la del enfermo que comparte su suero con otro moribundo en un hospital desmantelado.

La pérdida de la inocencia se simboliza en el salto infantil de la niña con la cuerda dentro de su cautiverio y el subsiguiente confinamiento que sufre con el cierre de los grandes candados y llaves del Mulá, su marido carcelero.

Hablando de ilusión en una mejor vida y en la libertad, esta se expresa en la siembra de la trenza de la niña en la maceta. Se simboliza la lucha por la igualdad de la mujer como un anhelo que siempre retoñara y se reproducirá.

El mensaje dice que el sufrimiento es temporal y que el amanecer de liberación e igualdad llegará. Ahí también se puede entender que la lucha de las mujeres por su igualdad en esa parte del mundo siempre tendrá una esperanza, aunque en Osama, el final es descorazonador.

Para ver la película, haga clic aquí http://www.youtube.com/watch?v=QYWEuxqntgU

domingo, abril 25, 2010

Desventuras

Escuchar la publicidad del concierto de Aventura en Súper 9’49 resulta aberrante para algunos oyentes. Se preguntan ¿cómo puede ser posible que se emita en una radio que nunca ha difundido ni difundirá bachatas? Y, créanme, yo también me he preguntado lo mismo. ¿Novelería o gustos alternativos de los oyentes?

Los reyes de la bachata rondarán por los treinta años y, según el anuncio, será “por última vez en Cuenca”. ¿Se van a morir o a convertir en monjes tibetanos? Marketing para cándidos. Lo último que harán será dejar de contar billetes que vengan de las disqueras y de sus shows.

Confieso que cuando tomo alguno que otro taxi, camino frente a una tienda de cds piratas o llevo el carro a alguna mecánica, la música que generalmente ahí suena me parece un karma por mis malas acciones o pensamientos, un castigo terrenal a mis oídos. ¿Se imaginan a OK Computer en esos sitios? Eso ocurrirá solo en el cielo.

Lo que no había asociado a mi entendimiento era que los abanderados de mi punición son los que se presentarán en Cuenca el 8 de mayo. Y me sigo preguntando ¿cómo una música de tan bajo nivel artístico gusta a gente de no creer?

Dirán que hay que respetar los gustos de los demás, de esta sociedad que mira “Mi Recinto” o “Las Muñecas de la Mafia”, que idolatra al impresentable de Armando Paredes y sus travesuras psicópatas. Tienen razón: es la música que nos merecemos y hay que tolerarla. Al igual que hay que respetar a aquellas personas que rechazan el rock o alguna de sus corrientes.

La tolerancia es una de las virtudes más difíciles de alcanzar. Y esta es una prueba para todos a los que no nos gusta Aventura.

domingo, abril 04, 2010

La crucifixión de Axl Rose

Cuando a finales de los glamorosos ochentas cayó en mis manos "Sweet Child O' Mine" pensé que la década de los rockeros que antes del concierto pasaban por la peluquería, se salvó con la llegada de una banda que arrancaba con una guitarra pura y excelsa para una voz pandillera que combinaba altos y bajos como nadie lo había conseguido.

Al reverso del 45 rpm estaba la foto de ellos. Ya nada de esos peinados afeminados, estilo Poison o Cinderella. Estaban tal cual querían verse. Sobresalían Axl con su pañuelo en la cabeza y Slash con el sombrero de copa. Un sello propio. Los Guns n' Roses llegaban y plantaban bandera en el territorio rock.

Y luego los disfrutamos hasta 1993 cuando Axl Rose decidió desaparecer del mundo visible por los próximos 15 largos años, alimentando las especulaciones. Quedaba un disco pendiente y mil rumores alimentados por el silencio.

Cien millones de discos vendidos después, regresa con el disco más esperado y más caro de la historia. Sale en gira mundial el hombre invisible y enigmático. Han pasado dos décadas de cuando usaba panataloneta y el torso desnudo sobre el escenario. El implacable paso del tiempo no le permite esa facha ahora.

Lo de Quito fue más, mucho más de lo que esperaba. Después de sus desplantes, excentricidades (aquello de las sábanas negras o la cerveza tailandesa -¿acaso Shakira o J. Lo no son más exigentes?-) y atrasos, lo que se vivió en el Atahualpa fue INOLVIDABLE, así con mayúsculas.

Axl se desplegó como en los tiempos del tour mundial de 1992. Corrió de un extremo al otro del escenario, se cambio de atuendo varias veces y, sobre todo, cantó como se esperaba con sus agudos y graves inigualables. Su voz está intacta, pese a una amenaza del dolor de garganta.

Más allá del genial y carismático Sebastian Bach, del grupo de músicos encabezados por el excelente guitarrista DJ Ashba y de la alucinante pirotecnia y tecnología, lo de la madrugada del Viernes Santo 2010 fue un compendio de la vida y pasión de Axl Rose.

¿Hay alguien que lo crucifique después de lo vivido en la helada noche quiteña?

sábado, marzo 27, 2010

El corazón loco de Jeff Bridges

A la hora de las nominaciones a Mejor Película para los premios Oscar de este año, la Academia escogió diez. Decidieron abrir el abanico para darle más interés a la ceremonia. Sin embargo, Crazy Heart no calificó en la decena. No lo merece.

Es una historia parecida a "El Luchador", en la que, en vez de un cuadrilátero está un escenario. El Mickey Rourke de esta historia es el veterano Jeff Bridges que caracteriza a Bad Blake, un cantante country decadente y alcohólico que lucha contra sus fantasmas. Impecable actuación y merecido premio para su quinta nominación.

El otro pilar que sostiene la película es su banda sonora. La música de T-Bone Burnette puede ser country, pero es preciosa. Antes de hoy, creía que la mejor BSO era la de Up, pero la selección es justa. El veterano compositor (1948-) se inspiró en el personaje y en sus conflictos. El resultado hay que escucharlo (o mejor bajarlo y escucharlo).

Crazy Heart es muy simple como para ser una gran película, pero es muy superior a otras nominadas. Es cuestión de gustos y momentos. Y en eso no hay discusión.

jueves, marzo 25, 2010

El peor enemigo de Marcelo Rivera

Detrás de sus lentes y su menuda figura, Marcelo Rivera da la impresión de tratarse de un aprovechado estudiante universitario.

Pero una cosa es la imagen externa y otra la interior, la auténtica. Rivera no encaja en el tipo del dirigente garrotero atala y bronquista. Todo lo contrario. Su prontuario está enriquecido por actos de violencia notorios (agresión a León Roldós en la Univiersidad Central, apaleamiento a Oswaldo Flores y ataque al rector de la Universidad Edgar Samaniego).

Hoy, en la cárcel a la espera de la sentencia, sus coidearios de la FEUE guayaquileña acaban de asumir el papel del fiscal más desalmado con el acusado. Lanzar una bomba incendiaria a un policía indefenso -sí, porque estaba manejando una moto-. Verlo con ojos de horror arder como un bonzo, constituye una razón más poderosa aún para que al dirigente le caiga todo el peso de la ley, sin atenuantes.

La FEUE.. ¿qué es hoy la FEUE? : Vergûenza.

domingo, febrero 28, 2010

La tarde de los giles

Sábado por la tarde, momento de sagrado descanso para los cuencanos que han trabajado y estudiado duro durante la semana. Impresionados por el terremoto de Chile, muchos miran la transmisión estupenda de la televisión del hermano país. La cartelera de espectáculos de Christiano Ronaldo y Lionel Messi en Real Madrid-Tenerife y Barcelona-Getafe, pasa a segundo plano.

De pronto, las grandes cadenas norteamericanas anuncian que el tsunami, consecuencia del sismo, llegará con sus olas gigantes a las costas de Hawai a las 4 de la tarde. Twitter y Facebook convulsionan. Los smartphones y sus aplicaciones encuentran a arriesgados y avivatos que han colocado cámaras y transmiten por internet las imágenes de las playas y el mar. El mundo contiene la respiración y con morbo espera ver en vivo y en directo la destrucción de las islas.

Llega la hora, pasan los minutos y las tomas de las soleadas playas y del mar no cambian. Una hora después, el telonero del "2012" es una gran decepción. Nada, ni una olita decente para los arriesgados, léase presuntuosos, surfistas que burlaron la vigilancia. Ante semejante fiasco, CNN cambió el enfoque a Chile para disimular el bochorno.

Los azuayos que nos aprestábamos a ver, por primera vez, el reality de una enorme catástrofe natural, nos acordamos que hace unos 25 años ya vivimos algo parecido cuando anunciaron -boca a boca y teléfono a teléfono- un terremoto a las 3 de la mañana. La recordada "noche de los giles", versión criolla de "La Guerra de los Mundos" de Orson Welles.

Los que nos quedamos esperando la inundación de Hawai al final tuvimos la punitiva compensación de soportar la alevosa tormenta y granizada que volvió a inundar las casas, calles y sembríos. Bien hecho por noveleros.

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José Edmundo Maldonado (1937-1995), maestro del periodismo azuayo, dejó para la posteridad aquel evento denominado "La Noche de los Giles", una pieza maestra de la redacción que a continuación la reproducimos:

La noche de los giles

¿A dónde van médicos, carpinteros, odontólogos,
profesores, cocineras, monjas, estudiantes, diputados,
abogados, periodistas, mecánicos, panaderos, zapateros,
poetas, novelistas, noveleros, borrachos, exborrachos,
desocupados, taxistas, cargadores, damitas, las que
sabemos, caballeros, el clero secular y regular, motociclistas,
policías, soldados, comerciantes, industriales? ¿A dónde van
envueltos en ponchos, cobijas, sábanas, colchas, sabanillas,
bufandas, toallas, casacas de ir al Cajas, pasamontañas,
gafas de soldar autógenas, calentadores, ropa de campaña,
termos con café puro, guaguas envueltas al apuro, niños
llenos de mal genio como el gordo Torbay, perros asustados,
gatos apurados, muchachas de manos llenas de chalinas de
los indios otavaleños?

Van a ver el terremoto anunciado para las tres de la
mañana, pero como la hora es cuencana ha quedado para
las tres y media, de acuerdo a los comunicados, comentarios,
rumores, chismes, habladurías, decires, noticias, locutores,
emisoras. El miedo acaricia los pelos, las barbas, -hasta de
los lampiños-, las trenzas, los zapatos de los morlacos que
se encaminan sin rumbo cierto, los que viven arriba van para
abajo, porque allá no hará mucho daño el terremoto, los que
viven abajo van para arriba porque a las alturas no llega el
terremoto. Los ubicados en el parque Calderón huyen de
pronto, porque en el lugar hay huecos profundos de donde
salen los gagones, el cura sin cabeza, la caja ronca, el farol
de la viuda y otras alajas novedades, válidas para asustar a
los giles cuyo número exacto ya conocemos: ciento cuarenta
y ocho mil doscientos cuarenta y tres cuencanos y medio.

Muchos antes de salir de las casas cortan las líneas
del teléfono, porque así han dicho los bomberos, otros dejan
matando a los cuyes y a las gallinas, aquellos sacan loa velas
para los tres días de oscuridad, éstos llevan los ramos y los
romeros benditos para quemar en cuanto comience el
terremoto, mientras rezan “Santa Bárbara doncella líbranos
de la centella”. El pecador reza: Señor mío Jesucristo Dios
hombre y verdadero, pero se olvida y confunde la oración
con el Credo y luego con el Yo Pecador y acaba gritando la
parte final del Padre Nuestro. Rugen los altoparlantes de las
ciudadelas, pidiendo a todos abandonar las casas, las villas,
las camas para dirigirse hacia las llanuras, los valles, las
planicies, mientras el frío cala los huesos y la neblina hace
de Cuenca un pueblo parecido a Chunchi.

Lloran las monjas, lloran los hombres, -aunque los
hombres nunca lloran-, lloran los pobres, lloran los ricos,
porque los ricos también lloran. Terror, temblor, miedo,
chirichis, agua de toronjil, abrazos de despedida, perdonada
de deudas, recomendaciones, sacarás los dólares debajo
del colchón, esconderás la televisión debajo de la cama, en
el forro del abrigo están los mil que eran para el chupe del
sábado, abre el atún de la despedida, porque dicen que para
morir se debe comer bien, un por si acaso en el infierno
demoren la comida como en la villa bolivariana. Todo es
confusión, carreras, desorden, desfile, se encienden los
faroles, se prenden las ceras, se queman los ramos, se
quema el romero, se canta perdón oh Dios mío, perdón e
indulgencia, perdón y clemencia, perdón y piedad, pequé ya
mi alma, su culpa confiesa, mil veces me pesa de tanta
maldad, salve dolorosa y afligida madre salve tus dolores y a
todos nos salven.

Son las dos y quince de la mañana, faltan tres cuartos
de hora para el terremoto, que lentas pasan las horas, los
minutos, los segundos. Sollozan los niños, ladran los perros,
fuman las pipas. Las dos y treinta de la mañana y nada.
Qué pasará de noche, no hay mañana que no haya en el
jardín rosas difuntas, sobre estas cosas mi querida hermana,
porqué a nuestro Señor no le preguntas, pasemos esta noche
en la ventana, los ojos fijos y las manos juntas, para saber
mañana de mañana, porqué hay en el jardín rosas difuntas.

Las dos y cuarenta y dos, señores y señoras faltan dieciocho
minutos para el terremoto, profetizado por Mariana de Jesús,
cuando los pueblos no hagan nada contra los malos
gobiernos. Temblor, pavor, crujir de dientes, nos piernan las
tiemblan, cunde el pánico. Faltan dos minutos para las tres,
se ponen en cruz los ateos, se hincan los comunistas, se
santiguan los socialistas, se golpean el pecho los del MPD,
se ríen los curuchupas, pero de miedo.

Las tres, el terremoto no llega, seguro no hay
presupuesto porque todo se ha gastado en los décimos
juegos bolivarianos. Así es con Cuenca, ni un terremoto bueno
puede tener, fuera para Ambato ya llegara uno para dejar
cincuenta mil muertos y Pelileo hecho ruinas. Las tres y cinco
y sólo el frío hace más amarillo los rostros de todos los
morlacos, hombres, mujeres, ancianos, niños. Las tres y
cuarto y claman los locutores, no es cierto, no es verdad,
hay error, mentira, falso, quién dice, no hagan caso, lata no
más era, al saber le llaman leche, somos giles, a la bio, a la
bao, a la bim bum bam, terremoto, terremoto no habrá.

Cuatro de la mañana, quién tiene miedo carajo, yo no
me asusté, me estaba riendo, sabía de antemano que era
mentira, los terremotos no se profetizan, estuve en la calle
por nota. Desaparecen los nerviosos, los asustados, los
temblorosos y se multiplican los valientes. Centenares de
tarzanes, supermanes, kalimanes, kingkones, gilmanes en
lugar de giles. Se multiplican los audaces, los temerarios,
las mujeres maravillas, los fuertes, los integrantes de la
brigada, los nervios de acero. Nos encontramos con Rambo
I y Rambo II, en calles y avenidas están Rocky I, Rocky II y
Rocky III. Los ateos recobran los colores y niegan a Dios,
pero todavía las quijadas se mueven como de los esqueletos.

No olvidaremos la madrugada del lunes anterior, cuando
todos a una estuvimos de acuerdo en que no hay brujas
Garay, pero que de haberlas hay.