domingo, diciembre 27, 2009

Las mejores canciones de la década

Presentar una selección ordenada de las mejores canciones de los últimos diez años suena un poco pretencioso y hasta atrevido. Se puede decir que no es más que el punto de vista de alguien que, sin mayores referencias, se aventura a publicar su gusto particular. Pero en el caso del programa que acaba de presentar Súper 9'49 FM no fue así.

Se revisaron, semana tras semana -más de 500 en 10 años-, las listas del programa "20 Casillas 9'49". Se valoraron las canciones por su presencia en los primeros lugares, por el número de semanas en cartelera y por su trascendencia en el gusto de los oyentes durante este tiempo. Al final, encontramos que no necesariamente la canción con más semanas en el primer lugar es la mejor de la década.

De esta manera, con la posibilidad de que falte o sobre algún tema, nuestra selección de los primeros diez años de los dos miles queda así:

30 - Limón y Sal - Julieta Venegas (2006)
La mexicana trascendió con varios éxitos. Este le dio nombre a su cuarto álbum y habla de la aceptación a la persona amada con sus defectos y virtudes. Julieta se presentó con su acordeón en Cuenca y nos dejó su carisma y sencillez.

29 - How You Remind Me - Nickelback (2002)
Bajo el argumento de que el rock no cambia si es bien tocado, tiene buenas guitarras y una voz con personalidad, esta canción tumbó las listas mundiales a inicios de 2002. La banda canadiense daba en el clavo con lo que parecía iba a ser un "one hit wonder". Al final no fue así.

28 - Tu Necesitas - Aleks Syntek (2000)
Cuando el funky-disco de los setentas parecía sepultado, el talentoso mexicano presentó esta canción a principios de 2000, el efecto fue inmediato: a bailar se ha dicho. Tony Manero revivía en las discos latinoamericanas.

27 - Relax (Take It Easy) - Mika (2008)
El británico-libanés mezcla de clown con Freddy Mercury optó por la fórmula sentimental de hacernos recordar al gran cantante de Queen. El tema, como dice su nombre, es un pop con piano para relajarse y tomarlo con calma.

26 - I Write Sins Not Tragedies - Panic! At The Disco (2006)
La década pasó por los momentos emos como los de esta canción. El novio se entera el día de su matrimonio que su futura esposa era una prostituta. ¡Ayauuu! En lo musical la buena propuesta de esta joven banda se diluyó luego con un disco beatleniano. Y chau.

25 - Feel - Robbie Williams (2002)
Cuando las chicas cantaban a coro esta canción parecía que se conectaban en cuerpo y alma al ex-Take That. Es este uno de los pocos casos que es mejor escucharlo y verlo en vivo que en la versión de estudio. Además que carisma y pinta le sobran al británico.

24 - Nunca Nadie Nos Podrá Parar (Gracias) - Panda (2007)
Son los romperedes de las listas. Varias de sus canciones se instalaron en lo más alto y por largo rato. Este corte perduró por siete semanas en el número uno. En él, los de Monterrey agradecen a sus fans por tanta generosidad. Lo menos que podíamos hacer, dirán.

23 - Beautiful Day - U2 (2000)
Cantando en la pista del Aeropuerto Charles de Gaulle de París, los irlandeses se elevaron a la categoría de leyendas musicales con esta canción que si bien estuvo solo una semana en el primer lugar, perduró por mucho tiempo como una de sus obras cumbres.

22 - Like A Stone - Audioslave (2003)
Una elegía a la buena música, fusión de hard rock con grunge. La voz de Chris Cornell suena agradablemente desesperada y la guitarra de Tom Morello rasga el alma de todo buen rockero. Simplemente gracias por el disco.

21 - Yellow - Coldplay (2001)
"Mira a las estrellas, mira como brillan por ti..." Con esta frase empieza una de las piezas claves del puzzle musical de la década. Hasta entonces, muy pocos conocían a los británicos. Desde ahí, todo cambió para bien del brit pop y de todos. Se plantaba la bandera de lo que serían los dos miles.

20 - Use Somebody - Kings Of Leon (2009)
Una de las tonadas con más airplay en todo el mundo. El rock de garage puesto frac para que los hermanos y primo Followill se impongan hasta en las radios donde solo se escuchan a los disney boys o a los reguetoneros. Los necesitabamos para cerrar con decencia la década.

19 - Mr. Brightside - The Killers (2005)
¿Se puede ser optimista cuando tu pareja te engaña? Eso es lo que plantea Brandon Flowers cuando escribió este tema que lo empieza cantando como si estuviera apurado y enojado. Encontrar el lado bueno de una emoción tan insoportable parece imposible.

18 - Wake Me Up When September Ends - Green Day (2005)
La pérdida de un ser querido, en este caso el padre del cantante Billy Joe Armstrong, es motivo de esta canción que suena como un himno que no termina de desatarse. El vídeo muestra otra cosa diferente: la guerra y la cruel incertidumbre de los soldados. Estuvo seis semanas en el primer lugar.

17 - Los Malaventurados No Lloran - Panda (2007)
Lo emo en su máxima expresión. El delicado tema del suicidio es abordado por el cuarteto mexicano como una versión rockera de "El Último Beso" de Alci Acosta pero que va un poco más allá. Sus siete semanas el tope de las listas lo dicen todo.

16 - I Gotta Feelin' - Black Eyed Peas (2009)
Uno no necesita tener mayor gusto musical para que esta canción no le guste a la primera. Un tema para ir a la discoteca, bailarlo, divertirse y olvidarse de los apagones o de la crisis. Un escape de Fergie y sus amigos.

15 - Aerials - System Of A Down (2002)
Otro corte de larga permanencia en el recuerdo de todos. Un año después de su lanzamiento, seguía repitiéndose en las radios. Empieza lenta como el Bolero de Ravel y termina a toda máquina con los armenio-americanos dando una lección de rock n'roll.

14 - Me Gustas Tu - Manú Chao (2001)
El franco español abandonó Mano Negra y se lanzó con más libertad para hacerlas de juglar de la música y para provocar a medio mundo con aquello de "me gusta marihuana, me gustas tu". Al fin y al cabo en esta década hemos vivido con libertad de expresión. O si no...

13 - Rock DJ - Robbie Williams (2000)
Bailando en el plató hasta despellejarse para llamar la atención de una chica. El vídeo impacta tanto como la música, hasta tal punto que hoy, casi 10 años después, sigue siendo fondo musical para que un canal de tv pase los mejores goles de la fecha. Uugh.

12 - Clocks - Coldplay (2003)
El mejor inició para una canción en muchos años. Un riff de piano solo que luego desata al bajo y las cuerdas nos deja la enseñanza de que no es cierto aquello de que "no hay nada nuevo bajo el sol". A pesar de no haber llegado al primer lugar de nuestras listas semanales, sería un sacrilegio que falte en esta.

11 - Crawling - Linkin Park (2001)
Cuando aterrizó su música nos dimos cuenta que el rap y el hard rock si pueden convivir. Los gritos desgarrados de Chester Bennington y el cantado hablado de Mike Shinoda le pusieron marca registrada a su sonido. Con esta canción dijimos entonces, gracias Dios por la novedad.

10 - You're Beautiful - James Blunt (2005)
Alguien dirá "¿por qué?". Si esta podría ser la canción más berreada de la década no hay razón para que haya gustado, emocionado y empalagado tanto como para sacarla de esta lista. Y ahí está pese a ser la típica de los karaokes a las 3 de la mañana.

9 - Complicated - Avril Lavigne (2002)
La rubia de 16 años se abrió un hueco en el mainstream con esta desenfadada tonada que no quería decir otra cosa sino que abran paso a la nueva generación. La ley de la vida, una vez más se aplicaba a la perfección cuando nos cayó esta canción.

8 - She Will Be Loved - Maroon 5 (2004)
Adam Levine enamora en el vídeo de esta canción a la esposa de John Travolta, Kelly Preston. El cantante, especie de Brad Pitt de la música, da en el blanco con esta obra propicia para los arrumacos de los enamorados. 7 semanas anduvo por el primer lugar.

7 - Stan - Eminem y Dido (2001)
El músico más vendedor de la década presentaba a una de las mejores voces femeninas para el coro cantado de este tema -tomado de la canción Thank You-. El rapeo lo ponía él. La historia que canta es truculenta: obsesión y suicidio. Propia de Eminem.

6 - Bring Me To Life - Evanescence (2003)
Amy Lee con esta canción se quedó impresa en nuestra memoria. Su voz es brillante, desesperante y dramática. Su rostro pálido iban a tono con el ambiente gótico que impuso. Los emos de entonces se sentían realizados.

5 - Narcisista Por Excelencia - Panda (2006)
Es la canción con más semanas en el primer lugar (9). El riff de la guitarra al introducir el tema es inolvidable. Los títulos y contenidos raros para sus canciones y álbumes no podían estar mejor representados aquí como la inseguridad de los que se creen bellos.

4 - Viva La Vida - Coldplay (2008)
"Oh oh oooh oh oooh". El coro para que la cante toda la audiencia en sus conciertos es uno de los mejores momentos del show. Otra pequeña obra maestra del cuarteto de Oxford, sacada de la galera de Chris Martin, al que no le han faltado los reclamos de Joe Satriani, Cat Stevens y otros por un supuesto plagio.

3 - The Reason - Hoobastank (2004)
El éxito con mayor permanencia en las listas de las 20 Casillas: 40 semanas, un récord. Cerca de un año pasó y seguía siendo solicitada al 2842949 de la radio. Difícil de despegarse de los coros de Doug Robb cuando repite una y otra vez "...and the reason is you...".

2 - In The End - Linkin Park (2001)
Imposible de olvidar el piano del inicio y el lento cantar de Chester, luego el hablado de Shinoda. La cosa va incressendo hasta desatarse toda la banda en una de las mejores piezas musicales de los últimos tiempos. El summum de LP llegó antes de hora con esta canción de su Hhybrid Theory.

1 - Boulevard Of Broken Dreams - Green Day (2005)
Jesus Of Suburbia camina solo por una avenida. Piensa sobre su situación: sus frustraciones y sus anhelos perdidos. Esta canción es el climax de la ópera rock "American Idiot". La guerra, la falta de oportunidades, la pobreza vuelven a ser los temas que inspiran al trío de Berkeley a escribir y cantar esta fabula.

¡Feliz década 2010-2019!

domingo, diciembre 06, 2009

Campeón de la dignidad

Cuando 35 mil hinchas del Quito entonaban el "oooole...", después del gol de Arroyo, tras un pase luminoso de Saritama, la sentencia de la final del fútbol ecuatoriano parecía haberse dictado. Quedaban 15 minutos para el final, con el 0-2 que obligaba al Cuenca a anotar tres goles en tan poco tiempo, el argentino Villalba entraba tardíamente a la cancha.

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Pocas veces se ha visto en la historia del deporte profesional, una actuación tan meritoria como la de este Deportivo Cuenca 2009. Impagos por tres meses, carentes de un apoyo económico solvente, abandonados por su técnico a mitad de la temporada, a punto de descender al purgatorio de la serie B: el panorama de los rojos era desconcertante.

Y entonces, se impuso el amor propio, la entrega, la humildad y, sobre todo, la ética. Difícil, muy difícil encontrar un ejemplo parecido en la vida misma y mucho más en el mercantilizado y cosmopolita fútbol profesional de hoy.

Ha vendido muy cara su derrota en el Atahualpa nuestro campeón de corazones. ¡Qué buen ejemplo para todos los cuencanos y ecuatorianos! Y mucho más si hasta hace poco tuvimos jugadores que se negaban a salir a la cancha si no les pagaban en efectivo o que no viajaban si el club no cancelaba sus obligaciones personales ante el tribunal de menores; o, acaudalados directivos que utilizaron al equipo como negocio para incrementar su capital, prestándole dinero con intereses agiotistas del 3 por ciento mensual.

Quedarán en la memoria esos 7 trepidantes y conmovedores minutos entre el empate a dos de Villalba que parecía imposible y el impecable tiro libre de Arroyo que hacía estallar a la enmudecida y aterrada barra quiteña. Fueron momentos de extraordinaria emoción en los que por dos ocasiones llegó Texeira a punto de anotar y torcer la historia en lo que hubiese sido una epopeya total.

Jéfferson Pérez, que de batallas contra la adversidad y de ejemplos de deportividad es un experto, luego de la final dijo que hay que sentirse orgullosos de este equipo. Y tiene toda la razón. Cayó de pie, ganó perdiendo. Es nuestro Campeón de la Dignidad.

domingo, noviembre 08, 2009

La libre expresión de Espejo, Solano, Montalvo y Calle

La historia republicana del Ecuador ha ido de la mano de la historia de su periodismo. Del militarismo extranjero y luego nacional al caudillismo y clericalismo político y fanático. Dictaduras militares o civiles de origen militar, con contados gobiernos de derecha o burgueses y con una discutible libertad de sufragio. Grandes crisis de partidos políticos que han ensayado con enormes frustraciones la democracia representativa. Gobernantes que han servido a las oligarquías, a la banca y al latifundio.

Paralelamente, el periodismo y con él, la libertad de expresión, tomaban sendas distintas: el periodismo de ideas y de combate, orientador de la opinión pública y acusador de los tiranos y usurpadores del poder; y, el periodismo comercial, de la gran empresa, del negocio encubridor y al servicio del poder. El primero predominó durante el siglo XIX y la primera mitad del siglo XX. El segundo, por desgracia, se mantiene en la hora actual, sin que por esto no se deba señalar que hay excepciones en ambas etapas.

Un acercamiento a la noción de libertad de expresión en los últimos dos siglos, se debe encausar por el pensamiento de cuatro grandes del periodismo ecuatoriano, cuyo prólogo lo escribió con letras de oro Eugenio Espejo, un sabio adelantado a su época. Se debe a él, su pensamiento libertario y su acción decidida, el haber fundado el primer medio de comunicación del país: Primicias de la Cultura de Quito.

El primer número abre con una carta dirigida a los maestros: “La prensa es el depósito del tesoro espiritual”, dice. “Que juzguen nuestros émulos que estamos en el ángulo más remoto y oscuro de la tierra, a donde apenas llegan unos pocos rayos de refracción, desprendidos de la inmensa luz que baña a regiones privilegiadas: que nos faltan libros, instrumentos, medios y maestros que nos enseñen el método de aprender. Todo esto nada importa y no nos impide el que demos a conocer que sabemos pensar, que somos racionales y que hemos nacido para la sociedad”.

Si uno de los verbos rectores del derecho al libre pensamiento es recibir información, en aquella época el acceso a la misma estaba confinado a la minoría que ostentaba el poder político y económico. De ahí que el médico, científico y periodista, hijo de un indígena de Cajamarca que tuvo que cambiarse el apellido Chusig por Espejo para ejercer la cirugía en Quito y de madre mulata; promocionaba que solo a través de la educación los pueblos serán libres. Por esta razón, fue blanco de una de las más perversas persecuciones por parte de los absolutistas.

Acusado de agitador y sedicioso, insultado y discriminado por las élites colonialistas, sufrió el destierro, la prisión y la enfermedad que luego le llevaría a la muerte. Y pese a que apenas se publicaron siete ediciones del periódico, su pensamiento fue el resplandor para que en Guayaquil (El Patriota) y en Cuenca (Eco del Azuay) se siga su paradigma.

Fray Vicente Solano es uno de los mejores ejemplos de esa primera fase. Publicó 26 ediciones del Eco del Azuay en 1828. Apasionado y antirrepublicano, Solano defendió la religión, la igualdad ante la ley y la libertad de imprenta, pero por sobre todo, fue periodista de estilo irónico y de burla. Casi siempre atacó primero y sin contemplación. Por eso decía: “cuando tengo razón no temo a nadie”.

“Este es el más detestable del mundo”, le decía a uno de sus adversarios acerca de su lenguaje. “Voces estrafalarias, repeticiones a cada paso, monotonía ridícula, carencia de propiedad en todas las partes de la oración”. Burlas impecables e hirientes como las que utilizó contra el militar guatemalteco Antonio José de Irisarri al que calificó como “aventurero, jumento, escritor de panza en trote, cartouche, poliglotón y balancero”.

Capítulo aparte merece Juan Montalvo, para muchos el mayor de los periodistas panfletarios y combativos. Reprochó a varios de los gobiernos de su época. En especial al gobierno clerical y autoritario de Gabriel García Moreno que había promulgado su Carta Negra en la que, entre otras cosas, impuso la limitación a las libertades individuales como la de pensamiento. Un paréntesis negro para la libertad de expresión.

Montalvo ataca sin contemplaciones al mandatario. Es famosa su carta abierta de septiembre de 1860 en la que le dice: “Hay en Usted elementos de héroe, y suavicemos la palabra, de TIRANO. Tiene Usted valor y audacia, pero le falta virtudes políticas… Dimita Usted ante la República el poder absoluto que Usted tiene en sus manos… ¿Le irrita mi franqueza? Debe Usted comprender que al haberla usado me sobra valor para arrostrar lo que ella pudiera acarrear”.

Acerca de la libertad de imprenta, Montalvo le dice al “dictador legal” lo siguiente: “Este despotismo no es ilustrado; este despotismo es ciego, es bárbaro, selvático”. “Dejadnos hablar, por Dios, que de puro mantenernos en silencio nos vais a entorpecer la inteligencia”. “¡Imprenta! ¡Imprenta! Arrebatadnos los bienes de fortuna. Arrastradnos a las guerras injustas, arrojadnos en mazmorras, pero dejadnos hablar”.

Montalvo no solo fue el padre del Estado liberal que unas décadas después llegaría. Fue también el pionero del periodismo panfletario ecuatoriano. Y su posta fue recogida por un genio del periodismo: Manuel J. Calle, un liberal de combate obsesionado por encontrar la verdad y defender la libertad y la democracia.

Mantuvo una abierta polémica con el clero político, dominante y fanático. En “Manojos de Artículos”, dirigidos a González Suárez, dice: “Los obispos han pedido la muerte de la libertad de palabra…; los obispos han calumniado a la porción de ciudadanos que anhelaban la libertad política…; los obispos han hecho de la religión un pretexto para el mantenimiento incondicional de usurpadores y hombres perversos…; los obispos con su loca intolerancia han hecho necesarias medidas que sirvan al pueblo y a los gobiernos de contrapeso para garantizar la libertad de conciencia… Ahora se quejan los obispos de los resultados lógicos de su propia obra”.

A los escritores conservadores les dirige unas vibrantes frases en “Cuestiones del Día”: “Y nos llaman impíos los mismos que han hecho de su Dios un rufián y de su Iglesia una casa de mancebía; los que no han mirado nunca en la religión sino un escabel de la avaricia y un pretexto para satisfacer la vanidad y la concupiscencia de mando; los que en fin miran el fanatismo, la superstición, el acanallamiento de la conciencia nacional, en una idolatría sin nombre, como elementos y factores de buen gobierno y de buena política. ¿Y ladrones? ¿Y traidores de la Patria? Traidores ellos. Y todos son vuestros, Señores Terroristas”.

Ellos son cuatro grandes ejemplos de que la libre expresión está más allá de las ideologías y religiones; que, pese a los gobiernos despóticos, sus obras han perdurado sobre el paso del tiempo. El respeto al pensamiento ajeno es, sin duda, la esencia de la libertad de expresión. De ahí que bien vale despedirse con una frase de Voltaire: “No estoy de acuerdo con lo que dices, pero daría mi vida por tu derecho a expresarlo”.

Bibliografía:

Albuja Galindo, Alfredo. “El Periodismo en la Dialéctica Política Ecuatoriana”, Talleres Minerva, Quito, 1979.

Lovato, Juan Isaac. “Reflexiones sobre la Libertad de Expresión del Pensamiento”, Editorial Universitaria, Quito, 1961.

lunes, noviembre 02, 2009

Moenia en clave de farra


En el Twitter de Moenia, sus integrantes se preguntaban si la velada de Cuenca sería gótica o algo relacionada a Halloween. La fecha -31 de octubre- hacía presumir aquello, pero la verdad es que las fiestas novembrinas de Cuenca opacaron la celebración anglo, una vez más.

Lo que hubo la noche del sábado en el Mall del Río no fue solo el concierto de un respetable grupo de electro pop latinoamericano. Fue además una fiesta, barra libre incluida, con dj’s y hasta malabaristas. Pero, sobre todos los extras a Moenia, fue el desfile fashion de chicas guapas muy bien orladas que aparentaban asistir al lanzamiento de la colección otoño de la moda antes que a un concierto acompañadas de sus amigos, novios o maridos.

El glamour que se respiraba en medio del humo del cigarrillo (hasta cuándo siguen fumando en sitios cerrados) se venía abajo cuando se brindaba en las mesas con enclenques vasos desechables de plástico, mientras el DJ de la disco Frodia de Guayaquil se esforzaba por hacerles bailar.

Cinco minutos después de la medianoche, recién estrenado noviembre, salió al escenario el trío mexicano que regresaba a Cuenca a los tres años y medio. Se habían presentado el 24 de marzo de 2006 en el Centro de Exposiciones Cuenca, el mismo día en el que una avioneta cayó milagrosamente sobre la llantera.

Esta vez su lista de canciones fue más corta así como el despliegue visual. Ya no hubo el apoyo de las pantallas de leds de entonces. Además el principal tropiezo de la organización fue el penoso sonido estridente y saturado que se ofreció.

Cerca de una hora y media de repaso a sus grandes hits, algunos de ellos en versiones diferentes. Para cerrar, la versión de “Ni Tu Ni Nadie”, dejó a muy pocos sin moverse. El ambiente se había prendido hace rato con el repaso de su excelente discografía y pese a que en su sitio web anuncian un nuevo disco que presentará otra cara a sus éxitos, ninguna canción nueva se atrevieron los de la banda de Alfonso Pichardo. Pese a esto, fue grande lo de Moenia, lo más rescatable que llegó a la Cuenca novembrina, versión 2009.

En medio de ese ambiente jaranero y fashionista, nadie se percató. La farra-concierto había cumplido su segunda tarea de la noche, porque tras la despedida definitiva de los Moenia, entró el DJ con el enganche de la guitarra de “I Gotta Feeling” de Black Eyed Peas para que los cuencanos se olviden de pedir otra canción a Alfonso, Midi y Jorge, y muchos emocionados se subieron sobre las mesas para bailar el machacado hit de Fergie y compañía para continuar con la fiesta, mientras afuera el frío inconfundible de la madrugada cuencana dejaba a pocos parados en el exterior del mall.

(Foto: El Tiempo)