domingo, diciembre 30, 2007

Diez canciones sufridoras

Viven escondidas e impregnadas en lo más profundo de nuestro cerebro. Algunas resurgen por temporadas para perseguirnos como fantasmas.

Nacieron como declaraciones depresivas o trágicas de la vida contadas en tres o cuatro minutos y que obligaban a escucharlas junto a una caja de kleenex.

Con el paso del tiempo y por el machacamiento en la radio, hoy pueden provocar sensaciones diferentes de las que sus creadores pretendieron.

A la hora de sufrir (o reír), la siguiente es una lista de diez canciones escogidas después de investigar y, sobre todo, de escucharlas desde nuestra niñez:

1) Mamá dónde están los juguetes (Villancico de Los Niños Cantores de Navidad).
Empieza a sonar en noviembre y nos acompaña hasta fines de diciembre. Cuando la escuché por primera vez me agobió. Después de oírla, seguro que hasta el duro y egoísta de Scrooge no hubiese necesitado de ningún fantasma para abrir su corazón. No solo es el villancico más depre de todos, también han salido bromas del mismo, como aquella que cuenta que cuando Hugo Chávez tenía cinco años preguntó a su madre "Mamá... ¿dónde están los juguetes?"; a lo que ella le respondió: "¿Por qué no te callas?".

2) Cuestión de piel (Balada de Ismael). Un recitado al desamor, que no fuera nada del otro mundo a no ser por el desesperante, desproporcionado y –sobre todo- insufrible llanto de una mujer que asoma en el tercio final de la canción. La chica se manda una auténtica elegía al hipo que provoca que el pobre de Ismael pida perdón y ponga la reversa. Al final, la relación de la pareja queda como empezó la canción: en la indiferente rutina, lo cual constituye la auténtica tragedia del cuento cantado, perdón, llorado.

3) Canción para una esposa triste (Balada de Manuela Torres).
También es cantada por el grupo chileno Los Galos. Con un título así sobran mayores explicaciones para explicar un adulterio. Sin embargo, la desconsolada termina rayando en sumisa candidez al preguntarle al infiel marido: “¿Cómo es ella? ¿Es linda, es buena, te quiere mucho? No, no digas nada, es mejor así y duele menos. Cuídate, abrígate al salir porque hace frio…”. Me gustaría conocer qué opinión tienen de esta canción las defensoras de género porque en la versión de Los Galos el esposo se despide para siempre olvidándose del derecho a la alimentación de sus hijos.

4) Lágrimas de una madre (Balada de Los Galos). Llega en mayo para martirizar a las mamás. Es la historia de un hijo que dice que nunca más volverá. Su inicio no puede ser más patético: “Madre prepara mis cosas, porque tengo que partir a buscar nuevas fortunas, aunque me cueste salir, solo te pido no olvides de darme tu bendición…” ¿Habrá alguna madre que se lo crea?

5) Está dormida (Balada de Yaco Monti).
El argentino ha sido uno de los más trágicos y desesperados frente al micrófono. Por algo lo llamaban "El llorón del Plata". Su particular manera de cantar hace pensar que hace rato debió haberse cortado las venas. En este melodrama de tres minutos y pico se resiste a aceptar la muerte de su amada: “No me digan nada. Es mentira. Es mentira. ¿No la ven que está dormida? Pobrecita mi amor, está dormida”.

6) La dicha que me fue negada (Balada de Leonardo Favio).
¿No habrá peor fatalidad que la mujer que amas se case con tu mejor amigo? Favio no solo la canta, también la dramatiza, hasta con las voces del cura. “Allá junto al altar la espera mi amigo, mi querido amigo, mi amigo del alma, yo debo fingir que estoy alegre en homenaje a él. ¡Cuánto la amé Dios mío! ¡Y qué hermosa está esta noche, qué hermosa!”. Ni siquiera la promesa de que el primer hijo llevará el nombre del sufrido, apacigua el peso de semejante cruz.

7) Hijo de madre soltera (Balada de Manolo Galván).
Bajo este nombre se vendió en Ecuador el disco del español. El verdadero título es “Hijo de ramera”. Debe haberles sonado muy duro en los años setentas a los fabricantes del vinil (Fadisa). Es otro canto dramatizado, cuyo rótulo lo explica todo. De por medio está una violación y “Pedro, el hijo del alcalde” como el villano al que el niño ofendido promete escupirle en la cara. ¡Epa!


8)
El último beso (Bolero de Alci Acosta).
Otra historia funesta que termina con la muerte de la mujer amada. Lo grave es que en la voz del colombiano no suena a lamento, sino a bohemia aguardientosa. Un accidente de tránsito cuyo responsable canta con total desparpajo “Íbamos los dos al amanecer, obscurecía y no podía ver. Yo manejaba. Iba a más de cien… ¿Por qué se fue y por qué murió? ¿Por qué el Señor me la quitó?”. Y después nos quejamos de los buseros.

9) Ese Hombre (Balada de Pimpinela con Dyango).
El triángulo amoroso, a la insoportable manera de los hermanos Galán tiene como invitado de honor a Dyango (aunque hubiese sido mejor que le inviten a Leonardo Favio para que esta sea la continuación de "La dicha que me fue negada"). El español se encarga de ocupar el papel del amigo del marido que acaba siendo el amante de su esposa: “Ese hombre no quiso hacerte daño, no le guardes rencor, compréndelo. No lo dudes, es tu amigo y te quiere. Porque ese hombre, ese hombre soy yo”. Lástima que la canción termina ahí sin una respuesta del cornudo Joaquín.

10)Payaso (Bolero de Javier Solís).
La tristeza por el rompimiento de una relación de pareja es un lugar común en la música. Sin embargo, esta canción es tragicómica porque en medio de los lamentos, el mexicano se manda una sonora carcajada después de decir:
"En la pista fatal de mi destino, una mala mujer cruzó el camino. Soy comparsa que juego con mi vida, pero siento que mi alma está perdida". Medio masoquista, don Javier.

lunes, diciembre 10, 2007

Bienvenidos a Dayuma

¿Qué sabemos de la parroquia Dayuma? Es difícil encontrar por internet algún dato que nos ubique bien en esta zona de conflictos. Lo que hemos visto han sido fotos enviadas por correo electrónico del despliegue militar y las agresiones a algunos habitantes de este abandonado pueblo oriental. Gente humilde sacada a la fuerza de sus casas humildes. Pisoteados la cabeza, llevados como sacos de papas en los baldes de los hummers del ejército y golpeados antes de ingresarlos a la cárcel nos recuerdan lo que es la Manu militari sobre civiles. También hemos visto algunas tomas de video que reflejan lo antes descrito.
Conocemos, asimismo, la posición asumida por la Comisión Ecuménica de los Derechos Humanos. La Hermana Elsie Monge denuncia la violación de los derechos humanos de decenas de pobladores detenidos por parte del ejército y la policía, acusados de sabotaje y terrorismo.

Sabemos que está declarado el estado de emergencia y que se han suprimido varias facultades que garantiza el artículo 23 de la Constitución. Impera el bando militar por sobre la ley. Uno de esos bandos advirtió a las radioemisoras que no pueden transmitirse las entrevistas a los encarcelados. La libertad de expresión está en manos de los militares. Algo similar ya ocurrió en el anterior gobierno de Alfredo Palacio.

Vimos lo que dijeron los ministros de Defensa y de Gobierno, encargado, Wellington Sandoval y Fernando Bustamante. Justificaron las detenciones diciendo que eran cuarenta encpuchados que trataron de sabotear los pozos petroleros y de dinamitar dos puentes pero que no estallaron algunas cargas de dinamita. Lo que no mostraron, y debían haberlo hecho, fue los videos de los operativos militares y policiales para desmentir las agresiones a los ciudadanos así como para documentar sus palabras.

La prefecta de Orellana, Guadalupe Llori, a quien el presidente Rafael Correa la calificó como "peor que la Mama Lucha" e instigadora del paro está en una cárcel de Quito. ¿Y el principio de juridicidad en qué quedo? O sea, el derecho a que el detenido sea procesado y esté detenido en la jurisdicción en la que ocurrió el delito no se aplicó a la autoridad.

Y por último, el presidente Correa amenazando a la Asamblea Constituyente -léase a su propio bloque de mayoría- a que no nombren ninguna comisión de investigación de estos graves acontecimientos, caso contrario pide que le acepten la renuncia. ¿Desacuerdo País? ¿Chantaje al máximo nivel? ¿Quién mismo manda en el país, en los papeles se entiende, la Asamblea Constituyente o el presidente de la república? ¿Si los hermanos Gutiérrez Borbúa están detrás de esto, se justifican los malos tratos y palizas?

Hoy se conmemoran los 59 años de la Declaratoria Universal de los Derechos Humanos. Habrán eventos para celebrarlo en elegantes salones, con gobiernistas momias cocteleras de por medio, que mientras levantan la copa de champán no podrán evadir las duras imágenes mentales de Dayuma.

jueves, diciembre 06, 2007

El vinilo afectivo

El carrusel lleno de discos gira lentamente. Se detiene y del mismo sube un disco de vinilo de siete pulgadas de diámetro hasta ubicarse en el plato vertical que gira a 45 revoluciones por minuto. Una aguja de diamante se junta al plástico y desde su periferia busca un cauce para iniciar un nuevo viaje sónico.

Los cuatro parlantes de la rockola Wurlitzer, modelo 1969, palpitan. El piano y un melancólico Paul McCartney abren la soberbia “Let It Be” de los Beatles. La clásica canción se apodera del ambiente mientras la placa bien preservada es surcada por el diamante. La melodía va in crescendo hasta el final a toda orquesta de una pieza maestra de la música moderna. Final sublime en la mejor de las atmósferas.

Para los nostálgicos de los sonidos analógicos de antaño la llegada del disco compacto y la digitalización solo sirvió para marcar diferencias entre un sonido imperfecto pero afectivo y un sonido puro pero frío.

Y es cierto. Si se pone la misma canción en cd o en el mp3 es muy probable que se escuche como si los cuatro de Liverpool estuviesen tocando ante nosotros en la primera fila del Royal Albert Hall de Londres. Nuestros oídos captarán los más mínimos detalles.

Sin embargo, ese sonido esterilizado no es el que se escuchó cuando llegaron a la cumbre de la fama. Era el otro. Ese, cuyo incesante uso y trato –o maltrato- provocaban la pérdida de calidad y la llegada de invitados no deseados: zumbidos, rayones y la “lluvia” o “crackle”.

La tecnología del “0” y el “1” podrá traernos una perfecta calidad acústica, es cierto. Pero nadie nos quita ese afecto por el desgastado vinilo. Es que ahí, en sus maltratados surcos, se ocultan capítulos de nuestra vida que reaparecen cada vez que pulsamos un número y una letra de la Wurlitzer.

viernes, noviembre 30, 2007

Historias comunes de buseros y chulíos

El bus aceleró el paso. Se colocó junto al pequeño auto conducido por la valiente señora que momentos antes había reclamado por la maniobra violenta y agresiva en el redondel del monumento a José Peralta. El chulío ramplón se asomó a la puerta delantera del armatoste con ruedas y lanzó con fuerza un puñado de monedas contra el carro.

El efecto amedrentador a la señora a más de la destrucción en la pintura del vehiculo se suma a la socarronería con la que se solazaron el busero y su secuaz ayudante. La historia se repite todos los días en las calles y avenidas cuencanas.

Aquí está otro testimonio presentado en la edición del viernes 30 de noviembre en Diario El Comercio:

‘Hasta el sábado pasado, podía decir que en mis 41 años nunca había tenido graves problemas con otros conductores en las vías. Soy comunicador social y por mi especialización en derecho internacional y uso progresivo de la fuerza tuve la oportunidad de trabajar con policías de varios países. Pero eso de nada sirvió al enfrentarme a la ira de un conductor.

Eran las 11:45 del sábado pasado, cuando transitaba por la av. Naciones Unidas, al norte. Me iba a encontrar con un amigo para negociar un ‘software’ aplicable a un negocio de motos acuáticas que tengo en Esmeraldas.

De repente, cuando me encontraba a la altura de la av. Naciones Unidas y Japón, me llamó la atención la presencia de un bus de la Cooperativa Transporsel que venía en sentido oriente-occidente, zigzagueando de un carril a otro.

Cuando el bus me rebasó, yo aproveché para bajar el vidrio de mi auto (un Hyundai Tucson de color crema) y llamar la atención del ayudante. “No seas tonto, vas a matar a alguien. Vuelve a tu carril o llamo a la Policía”, le amenacé. El chofer y el ayudante se rieron.

20 metros más adelante nos volvimos a encontrar. Volví a advertirles que iba a llamar a la Policía. El chofer no esperó nada para lanzar su bus contra mi carro. Eso me obligó a maniobrar.

Cuando me estabilicé, aceleré un poco y me crucé al frente del bus para impedirle el paso. Entonces, marqué por mi celular al 101.

Siempre me indignó la actitud de la gente que decía que no hay que meterse con los ‘buseros’, porque son muy agresivos.

Mientras pensaba en eso sentí que azotaron mi mano. El celular cayó el piso y un puño se estampó en mi cara. Era el ayudante del chofer. Yo me moví al asiento del copiloto y respondí con patadas.

Luego me bajé del carro pensando que me enfrentaría a él de hombre a hombre. Él lanzó el primer golpe, pero yo no pude responderle porque el chofer me hizo una llave en la pierna y caí al pavimento. Luego me patearon en el piso. Yo solo intenté protegerme el rostro.

Luego sacaron un machete. Yo me quedé inmóvil, pero la gente que caminaba en los alrededores se alarmó y llegó para auxiliarme. Yo calculo que fueron cerca de 100 personas. Los agresores se asustaron y se metieron al bus. La muchedumbre ejerció presión y abrió la puerta. Gritaban que por eso era necesaria la Ley de Tránsito y hubo hasta quienes pidieron gasolina para quemar al bus.

A uno de los agresores le sacaron los pantalones y a otro le pegaron.

Una mujer policía intentaba frenar las agresiones, pero era una contra 100. Minutos después, llegó un vehículo misterioso, sin placas; su conductor dijo que era un teniente de la Policía Judicial (PJ). Yo le pedí que se identificara, pero como no quiso me negué a entregarle a los agresores.

El chofer y el ayudante aprovecharon el desorden para deshacerse del machete. Según uno de los testigos, entregaron el arma a un vendedor ambulante.

Luego, cuando llegó un patrullero e hizo las indagaciones, me di cuenta que los USD 200 que llevaba para comprar el ‘software’ ya no estaban en mi bolsillo, los perdí en medio de la agresión que me propinaban ambos.

La reacción de la gente me impresionó una vez más cuando pedí testigos para rendir declaraciones en la Fiscalía. Cinco personas acudieron voluntariamente.

Con la mano rota acudí a rendir mi versión de los hechos , pero me llevé una sorpresa cuando llegué a las instalaciones de la PJ y salió el Fiscal para atendernos en el pasillo. Me preguntó lo que pasó, pero no recogió las versiones de los testigos ni les pidió sus números de cédula, nada. Tampoco ordenó un examen médico legal para mí.

Los implicados decían que yo les agredí, que robé un celular, que les quité las llaves del carro y que robé USD 150 de la caja.

El Fiscal preguntó por el machete, pero además de las declaraciones yo no tenía pruebas para demostrarle que el arma existió.

Después de seis horas mi mano estaba morada y muy hinchada. Entonces di por terminados los trámites y fui a la clínica Pasteur. Por la agresión del chofer y su ayudante debí operarme, a las 20:30. Dos horas después tenía un clavo sujetando mis dedos.

Pese a las declaraciones, Joffre C. y José L. (chofer y ayudante) fueron acusados de infracción por provocar lesiones y su pena fue de seis días de prisión. No estoy de acuerdo con el castigo. Ellos debían ser sancionados por intento de asesinato y no solo por agredirme, pero así es la justicia’.

viernes, noviembre 23, 2007

¡Qué care tucos!

Mal empiezan los asambleístas. Si al desahuciado congreso se le ha criticado con toda razón por los pactos de trastienda, los acomodos de madrugada y el acaparamiento egoísta de la troncha, esta asamblea constituyente repite los mismos vicios. Y eso que todavía no se instalan a sesionar.

Primero, han decidido que en la mesa directiva, que la integran tres, estarán solo representantes de Alianza País. ¿Y para las minorías? Nada. De hecho, hubiese sido bien visto que uno de esos tres puestos sea para uno de los cincuenta restantes asambleístas. ¿Qué miedo tienen?

O será más bien que en Alianza País hay una buena cantidad de pretenciosos que quieren figurar ante las cámaras, pensando siempre en su futuro político, asomando como los mandamases artificieros de la Constitución. Ya les veremos hinchados, crecidos, soberbios y esponjados en la mesa directiva.

Segundo, ganarán más que los diputados. Según investiga Diario El Comercio, su sueldo será igual al de un ministro de estado. El asambleísta gobiernista Fernando Cordero se hace el loco cuando le preguntan sobre este tema. “El sueldo de los asambleístas está fijado en la Senres, de donde hemos escogido la escala de ministros (...) no sabemos exactamente cuánto es, pero nos han dicho que es de USD 3.200”.

La verdad es otra. La investigación de Diario El Comercio desnuda las tretas y engaños del “jefe de la logística” de Montecristi. Léalo usted mismo:

“Sin embargo, según la escala de nivel jerárquico superior de la Secretaría Técnica de Desarrollo de Recursos Humanos y Remuneraciones del Sector Público (Senres), un ministro de Estado está ubicado en el grado 7 de esa escala. La renta unificada mensual para ese grado es de USD 4.150”.

“De este modo, los 130 asambleístas -80 de ellos del movimiento del presidente Rafael Correa- percibirán un sueldo mayor al de los diputados, que en promedio es de USD 3.800 mensuales”.

“Con un sueldo de USD 4.150, se necesitarán USD 539.500 para cubrir el rol mensual de los asambleístas. En seis meses de funcionamiento de la asamblea, esa cifra representa USD 3,2 millones”.

”A este monto de sueldos se deben sumar los salarios de los dos asesores y del asistente de cada asambleísta. Cada uno de los primeros ganará USD 2.500, mientras que el asistente, USD 1.200. Así, en seis meses, se necesitará un total de USD 4,8 millones para pagar a asesores y asistentes”.

Y tómese en cuenta que la gran mayoría de los asesores estará conformada por los amigos o parientes desempleados de los asambleístas, en vez de verdaderos especialistas en temas constitucionales.

Como dicen los manipulados niños en una cuña televisiva del gobierno: negocio redondo para algunos y un mal negocio para el país. ¡Qué care tucos!

martes, noviembre 20, 2007

Ídolo con pies de barro y justicia con pies de plomo

Se dice que las canciones reflejan el estilo de quien las canta. “Rompe” y “Machucando” son dos de los temas más conocidos del puertorriqueño Daddy Yankee, estrella del insufrible reguetón que pasó por Cuenca, con más pena que gloria, la noche del pasado viernes 16 de noviembre.

El cantante con su comparsa de gorilas con enormes medallones molieron a trompadas y patadas a una pareja de guayaquileños, huéspedes del Hotel Oro Verde y, por desgracia, vecinos de cuarto de la tropa de antropoides.

La paliza es carne fresca para los programas de farándula que les representará no menos de una semana de alimento para su soberano: el rating. Por eso no cabe en este blog convertirnos en aves de esa rapiña informativa.

Lo que si nos interesa y nos preocupa es conocer las respuestas de varios por qués relacionados con la impunidad en la que quedó esta fechoría evidente. La conocida y popular frase de “tirarse la pelotita” parece ser la que calza en algunas de las autoridades que no tuvieron la entereza de actuar y encerrar en el calabozo a la bestia boricua y su manada.

Según la señora Cynthia González de Adum, una de las ofendidas junto a su esposo, el deportista Daniel Adum, la golpiza fue un delito flagrante observado, a través de un vidrio, por un grupo de policías que no intervinieron.

Las interrogantes que quedan de este nuevo caso de abuso de poder e impunidad son:

¿Por qué no actuó la policía enseguida y por lo menos sentó un expediente, apenas ocurrida la agresión; y, más bien ayudó a salir del hotel al artista y su séquito hacia el estadio?

¿Sea delito o sea contravención, no ameritaba por parte de la policía detener a los protagonistas del escándalo y recluirlos en el Centro de Detención Provisional (CDP) como ocurre todos los días, en casos similares o cuando se hacen batidas?

¿Por qué el agente fiscal, Dr. Alfredo Serrano, se demoró más de treinta y seis horas en remitir el expediente al intendente de policía Dr. Juan Peralta, cuando ya era tarde para su captura y en momentos en que Daddy Yankee abandonaba el país?

¿Quién intimidó y amenazó por celular al intendente de policía del Azuay si éste tomaba acciones contra los agresores?

Se puede decir que el reguetón es una expresión musical nacida del bajo mundo de las grandes ciudades y que su compás repetitivo augura una pronta saturación y definitivo adios. En sus letras se refleja también la violencia como estilo de vida. “Rompe, rompe, rompe, rompe…” repite el insoportable estribillo de una de las repelentes canciones de este nuevo ídolo con pies de barro. Y romperle el cuerpo fue lo que precisamente le hicieron a quien osó solicitarles con cortesía que no hagan bulla.

Al final, la justicia volvió a actuar con pies de plomo, enredándose en pretextos legalistas que solo propiciaron el indispensable tiempo para que el patán actúe en Guayaquil y abandone el país como si no hubiese pasado nada.

domingo, noviembre 18, 2007

Momentos difíciles

Toda nuestra vida nos pasamos resolviendo problemas. Los más difíciles son aquellos en los que no está en nuestras manos su resolución. Nos quedamos con la respiración contenida. Debemos dejarlo en manos de especialistas y confiar. Y cuando se presentan varias situaciones a resolver, el manual dice que hay que enfrentar el asunto más urgente, tomar la decisión más razonada y tener a mano un plan B.

Nos toca en estos días, como a todos, darle cara a las contingencias, sabiendo que la solución siempre llegará, aunque demore. Es tiempo de la paciencia, de la comprensión y de la confianza en que el alivio y la normalidad retornarán.

miércoles, noviembre 07, 2007

Franqueza descarada

En estos días de discusiones estériles y amenazas de paro por las reformas a la Ley de Tránsito, hemos leído frases de los dirigentes de la transportación que llegan a la categoría de la inocencia atrevida.

Las expresiones se explican por si mismas. No necesitan mayor comentario. Son dignas de ser conservadas en la antología de la insensatez. Propias del nivel cultural de quienes las enuncian.


Leámoslas:

domingo, noviembre 04, 2007

Camino a la perdición

La noche del jueves 1° de noviembre, mientras los padres salían con sus amigos a disfrutar de las fiestas de los ochentas que se ofertaban en el intenso calendario de diversiones del feriado, sus adolescentes hijas e hijos se daban cita en Quinta Lucrecia para disfrutar del concierto de Naty Botero y Fausto Miño. Muchos papás quedaron entonces en recogerles durante las primeras horas de la madrugada.

Cerca de dos mil jóvenes pagaron veinticinco dólares por cada entrada. Los avisos publicitarios prometían barra libre de alcohol y fiesta después de los recitales. Cuando llegó la hora de retirar a sus descendientes del local de la avenida Primero de Mayo, sus progenitores se encontraron con una escena escalofriante: por todas partes, jovencitos en estados terminales de embriaguez fajándose a los puños, otros tantos tirados en el piso durmiendo su borrachera y otros más sacados en hombros por sus amigos.

Mientras tanto, las chicas, la mayoría casi niñas, salían con la mirada perdida y sus tiernos rostros palidecidos por la ingestión alcohólica. Sus vestidos estaban estropeados y manchados. Algunas corrían, tropezaban y caían delirantes en el parque lineal ubicado frente al local de diversión. El escenario era apocalíptico.

Cinco horas antes de empezar el show, llamativas impulsadoras contratadas por la bebida alcohólica auspiciante, recibían, de la manera más irresponsable, con el obsequio de una botella de su producto, sin siquiera averiguar si son o no menores de edad. Luego, en el bar se expendía el licor sin ningún control. Pese a las prohibiciones de ley, nunca se exigió a nadie un documento que certifique su mayoría de edad.

Me pregunto si esto es precisamente lo que quieren las industrias licoreras; es decir, que su grupo objetivo de consumidores, como así le denominan los marquetineros, se amplíe, de la manera más perversa, a los niños y menores de edad.

Es el momento de que alguien defienda a estas nuevas generaciones, a las niñas y los niños. Dejémonos de quejas y denuncias. Es la hora de que algún o algunos padres de familia presenten demandas ante la justicia contra los responsables de estos crímenes y por el daño causado a sus hijos menores de edad.

No es asunto de la próxima Asamblea Constituyente. La actual Constitución, la Ley de Defensa del Consumidor, el Código del Menor y el Código Penal nos amparan.

Caso contrario, estamos llamados a convertirnos en cómplices de la ruina y perdición de nuestra sociedad.

martes, octubre 30, 2007

Entre el mago Cerati y Sofía Caiché


El gusto que ahora nos queda a quienes, seres privilegiados, asistimos al concierto de Soda Stereo, se saborea con mejor deleite cuando, pasadas las horas y el estado de éxtasis, brotan los recuerdos de la peregrinación al manso Guayas.

Memorias registradas en los saltarines videos capturados por celulares, hoy circulan en el planeta You Tube. Emocionados comentarios llenan de generosos adjetivos los blogs. Todas las historias y anécdotas se cuentan al pobre que no pudo ir. Son los ecos del estupendo concierto de Soda Stereo en Guayaquil.


Un Cerati prodigioso, entregado y comunicativo con la gente, se puso el disfraz de mago. Sacó de su galera conejos y palomas y con su varita mágica de seis cuerdas hipnotizó a todos, bajo la noche bañada por la luna llena. En los intervalos, entre canción y canción, se le notaba algo enojado con los responsables de las fallas audiovisuales. Y al arrancar cada tema, siempre hubo amables palabras introductorias que tuvieron el eco cómplice de sus hinchas.

Ahí, arriba en el ruedo, el virtuoso sacó talento y aplomo para hacernos olvidar de los contratiempos. Su inicial saludo rabioso "!Guayaquil carajo¡" quedará impreso para siempre en la memoria del colectivo rockero ecuatoriano. Esa catarsis, esa limpia, ese borra y vamos de la frase marcó el destino de la velada que se venía degradando por la demora de más de una hora.


Por otra parte, pasados los primeros días del gran evento musical del año en Ecuador, nos damos cuenta que nuestra televisión sigue sin estar en nada. Esperar que sus programas de farándula publiquen un reportaje con un mínimo de decencia acerca del concierto de Soda Stereo era más difícil que pedir a Paloma Fiuzza que se haga entender, aunque para algunos ese detalle no cuenta.

El programa "Vamos con todo" de RTS, del lunes 29 de octubre, empezó con tomas de hace 20 años de los Soda mezcladas con las vacías y "emocionadas" opiniones de los "famosos" miembros de la farándula guayaca al término del espectáculo. Oxigenadas y siliconadas bailarinas del más cursi reguetón se declaraban ante las cámaras que su sueño de ver a los rockeros argentinos se había vuelto real. Comentaristas deportivos decían haberse quedado afónicos de tanto cantar. La noticia del día no fue el concierto. Fue lo que opinaron de éste los figurones, aquellos que siempre están donde van las cámaras.

La segunda noticia del programa del canal oficial de Soda fue más patética: "Sofía Caiché fue al concierto con sus amigos". Lo primero que a uno le viene a la mente es preguntarse ¿quién diablos es esta Sofía Caiché? En la entrevista, la citada habla de su vida, de su pareja, de su profesión, pero nada del concierto. Me entero que es una de las pobres mujeres que cumple el denigrante papel de la montubia pechugona en el cuestionado programa "Mi Recinto". Y entonces me digo "y a mi qué me importa que Sofía Caiche se haya ido al estadio?".

En la sección de Black Box, cuyos tickets costaron la grosería de 300 dólares, se podían distinguir a todos estos tristes ciudadanos que viven del "qué dirán hoy de mi los medios". Lo de Soda fue un evento más para exponerse ante el degradante y trivializado periodismo de farándula. Es casi seguro que no entendieron qué pasaba cuando al final de la canción "Nada Personal", Cerati dejó picando un "gracias..." que fue respondido "...totales" por todo el estadio. Tampoco importaba si apenas conocían partes de una sola canción de las 28 que interpretaron y que para ellos se llama "Ella durmió...".

¿Qué distancia hay entre el mago Cerati y Sofía Caiché? Obvio: un millòn de años luz.

domingo, octubre 28, 2007

Sobredosis de Soda

De la ansiedad contenida por veinte años de ausencia al feliz agotamiento hubo solo unas horas de diferencia.

El decolorado estadio Alberto Spencer, padre de mil batallas futbolísticas durante la segunda mitad del siglo pasado, de los golazos de tiro libre del Chanfle Muñoz o de las atajadas heroicas del Ñato García, abrió sus puertas para convertirse en una babel ecuatoriana al abrigar a cerca de cincuenta mil rockeros de dos generaciones.

Unos nueve mil quiteños, tres mil cuencanos, dos mil ambateños y cientos más llegados de otras ciudades se unieron a decenas de miles de guayaquileños durante la soleada tarde y fresca noche de este sábado 27 de octubre de 2007 para recibir la comunión musical de Soda Stereo, la banda insignia del rock en nuestro idioma.

La imperdible convocatoria perdió algo del brillo anhelado por los problemas técnicos, que retrasaron el espectáculo más de una hora. Un desperfecto dejó al respetable sin las pantallas del circuito cerrado de video, asunto que se solucionó durante la primera mitad del recital. Pero, sobre todo por las fallas de audio que persistieron durante las dos horas y media que les tomó a Soda tocar 28 canciones. Un sonido retumbante que hacía vibrar las cajas torácicas y desgarraba los tímpanos de quienes ocuparon las localidades más caras. Y lo peor: la permanente caída del sonido de la guitarra y la voz de Gustavo Cerati. Cuando de mover con furia las cuerdas o de levantar el volumen de la voz se trataba, desaparecía momentáneamente el sonido.

Ya que estamos en el espacio de los reproches, de los argentinos debemos decir que se percibió cierta frialdad entre ellos. Cada uno ocupó sus impenetrables metros cuadrados y parecieron deseosos de darlo todo por el público, mas no por sus compañeros. No hubo sonrisas cómplices, peor demostraciones afectivas, necesarias para darle mayor fundamento a su regreso. Cabe anotar que, entre las exigencias a los empresarios en el estadio estaba la de que cada uno tenga un camerino privado.

El momento esperado, perturbado por el cansancio provocado por la larga espera, llegó recién a las 9 y 35 de la noche, cuando la luna asomó a un costado y detrás del escenario en la estrellada noche porteña. El estadio se quedó en tinieblas y en pocos segundos empezó a sonar la guitarra de Cerati con el grito de “¡Guayaquil carajo!” –talvez se enteró de la pendencia entre Nebot y Correa-. El show había empezado con “Juegos de Seducción”.

Cerati, Zeta Bossio y Charly Alberty, ataviados a lo ochentero, desarrollaron una rotunda interpretación de sus hits más conocidos, desde “Imágenes Retro” y “Persiana Americana” hasta “Primavera Cero” y “Trátame Suavemente”.

Algunas canciones recibieron algo del maquillaje como el mix de “Zoom-Cuando Pase El Temblor”, que hace diez años, en su primera despedida, le dieron un toque de reggae adicionándole parte de la canción “Tomorrow People” de Ziggy Marley. Bueno, en esta ocasión se les ocurrió terminarlo con las baterías reggaetoneras de “Rakataka”. No quedó mal, por cierto.

Entre las altas cumbres de la velada estuvo la invitación al escenario a Daniel Sais, camarada argentino que les acompañó en sus primeros años para tocar los teclados de “Prófugos”. Otro intervalo trascendente fue el contexto ambiental de la balada “Fue” con miles de celulares encendidos mientras Cerati desentrañaba que “lo más resbaladizo es creernos sin memoria”.

A la hora de las preferidas, me quedo con “Cae El Sol” y “Zona de Promesas”. Será por la sobredosis de las clásicas durante los días previos al concierto o por los veinte años de venirlas escuchando hasta el hartazgo. Por eso, cuando tocaron las más conocidas no las viví con la emoción de las arriba mencionadas.

A la hora de los bises, que fueron dos, llegó el momento de hacerles honor a los músicos de apoyo: Tweety González, Leo García y Leandro Fresco. Imprescindibles y cabales. Para el adiós dejaron “Nada Personal” que terminó con los sintetizadores distorsionados hasta apagarse y sentenciando que todo acabó. Eran los primeros minutos del domingo. La luna estaba ahora justo sobre el escenario. Mientras los Soda se iban en una furgoneta resguardada al hotel, sus miles de incondicionales buscaban un mendigado taxi.

Para una buena parte de los tres mil cuencanos sus naves volvieron a partir. Su alimento fueron las cenizas de una larga noche. Y esta noche fue larga.

jueves, octubre 25, 2007

Cuestión de clase

El parqueadero vehicular del Mall del Río en una tarde de domingo es una especie de termómetro de la cultura de los cuencanos. Centenares de vehículos llenan los amplios espacios existentes. Mientras unos carros buscan sitio, otros tantos los desocupan.

En ese entra y sale se producen, a cada momento, disputas entre los automovilistas por ganar un hueco en el asfalto. Lo “mala gente” brota en algunos conductores; la viveza latina emerge en otros; o, simplemente, la ordinariez endémica de otros tantos chocan con la urbanidad de algunos ciudadanos, pocos por desgracia.

De nada vale esperar con paciencia que un automóvil deje libre un espacio porque, repentinamente, asoma impetuoso otro conductor y se apodera del sitio. Quien aguardaba se queda desconcertado y, por más que reclame al malcriado no habrá cambio de actitud y, hasta es posible, que reaccione agresivamente.

La primitiva respuesta que alcanza a decir el maleducado a quien le demanda una explicación suele ser “porque me da la gana”. Otros atrevidos más violentos se bajan del carro con el ánimo de agredir física y verbalmente al afectado por su grosería. El macho insolente y bruto emerge y hasta termina propinándole golpes a quien se atrevió a reclamarle por su indelicadeza.

Es que así es nuestra sociedad inculta y violenta. ¿Cómo hacerles entender a los incultos y groseros si nunca aprendieron en sus casas o en la escuela? ¿Será por eso que en el exterior nos ven tan mal a los ecuatorianos? De mi parte, seguiré esquivando aquellos sitios masivos donde la descortesía y la ignorancia imperan.

Cuestión de clase cultural, ciertamente.

domingo, octubre 21, 2007

Estéfani, nacida para ser reina

La presencia de una reina ayuda a abrir puertas para la ayuda social. Su belleza física, como adorno, realza los actos oficiales y formales de una ciudad. En los periódicos no puede faltar la foto de ella abrazando a los ancianos y entregando fundas de caramelos en navidad. Son las típicas postales que llenarán las hojas de su álbum de fotos y cuando, pasados los años, recuerde aquel día en que, con una sonrisa, maquillaba su enorme temor a hablar en público para ganar el concurso de la belleza.

El miedo escénico se apodera de uno cuando está frente al público y, por más experiencia que se haya acumulado en aquello de hablar en público, los nervios terminan haciéndonos una zancadilla que, a manera de lapsus, olvidos increíbles o meteduras de pata, lo arruinan todo.

En todo torneo en el que se precia la belleza femenina llega el momento de la verdad: el de responder una pregunta. Las candidatas saben que, luego de esa prueba de fuego, el jurado marcará las diferencias necesarias que definirán a la ganadora.

En la elección de la Reina de Cuenca 2007 el pasado viernes en el incómodo y sofocante Centro de Convenciones del Mall del Río, ese punto de ruptura se marcó tras la ronda de preguntas y respuestas a las candidatas. Antes de aquello, se pudo juzgar su belleza física, su paso por la pasarela o sus atuendos.

Tras ese primer paso, de las ocho cuencanas que mejor desfilaron, Estéfani Chalco Salgado, Estefanía Lloret Delgado y Salomé Vélez Serrano fueron las que mejor impresión causaron.

En una gala transmitida por ETV Telerama, el manejo de tiempos del evento fue ágil y preciso. No hubo momentos de cansancio. Los videos trasmitidos fueron muy bien producidos. Los artistas, los presentadores, el escenario, los juegos de luces y las pantallas cumplieron sin llegar a cansar en ningún momento. Una transmisión impecable.

De todas las respuestas que he escuchado en los torneos de belleza -desde las que vienen con respuesta preparada con anticipación para las inocentes morlaquitas hasta las planteadas a las candidatas a Miss Universo-, la que respondió Estéfani ha sido una de las más brillantes, coherentes, y sinceras. Bastó eso para marcar la diferencia -y qué diferencia- con las demás participantes, según nos confirmó luego el periodista José Toledo quien fue miembro del jurado.

Luego de recibir la corona de la soberana saliente Victoria Jérviz, pude entrevistar a la nueva reina de la ciudad. Fue un diálogo en medio del bullicio y que sirvió para comprobar que estamos frente a una soberana muy bien preparada y que tiene bien definidos sus objetivos de trabajo social. Parecía que entrevistábamos a una persona de una vasta experiencia como un ministro de estado.

Estéfani habla cuatro idiomas (inglés, francés, mandarín y español). Ha trabajado en obras de voluntariado social que la han llevado a Bélgica como nuestra representante. De su padre, el Dr. José Chalco Quezada, ha heredado el amor por la música: toca piano con soltura y ha ganado varios concursos musicales. Estudia en el segundo año de la Escuela de estudios Internacionales de la Universidad del Azuay.

Con estos antecedentes, auguramos que Cuenca tendrá una reina que dejará, luego de doce meses, una huella de buenos recuerdos y ejecutorias. Con toda la vida por delante, Estéfani Chalco, a sus 19, es una feliz realidad de lo que las nuevas generaciones pueden hacer por cambiar las viejas estructuras y mejorar nuestro mundo.

(Fotos tomadas de diario El Mercurio)

domingo, octubre 14, 2007

Para eso son los amigos

Llegar a la cita es menos demorado que en otras ocasiones. En las avenidas y calles circulan contados vehículos. Afuera del edificio multifamiliar solo se percibe la presencia del guardia dentro de su caseta que casi no se percata de nuestro paso. Su mirada esta atornillada a la pantalla de 7 pulgadas y sus oídos están secuestrados por el locutor.

Si no fuera por los autos estacionados en el garaje, uno pensaría que este recién estrenado edificio de ladrillo visto está desocupado. Luego de que se abre la puerta del ascensor que nos deposita en el cuarto piso, se percibe la presencia humana con los sonidos de la narración deportiva que traspasan las puertas de varios departamentos.

Hemos llegado a nuestra reunión de amigos. Después de un rápido saludo, nos sentamos en el sofá porque ya está jugando la selección tricolor su primer partido de la eliminatoria al mundial de fútbol Sudáfrica 2010 ante la "fácil" Venezuela. Con algunos de los camaradas solo nos vemos en estas oportunidades. Con los otros en contados eventos profesionales. Nos une, por sobre la afición deportiva, un vínculo de principios de los noventa labrado en las aulas de la facultad de derecho de la Universidad del Azuay.

Hoy es un buen momento para olvidarse del ¿qué pasará la próxima semana?, del postergado arreglo del techo ahora que vuelven las lluvias, de pagar la inflada tarjeta de crédito de las vacaciones o de tramitar los fondos de reserva del IESS. Pese al atraso, aún se puede participar en la polla. El menos optimista aventura un triunfo de 2-1. Los demás dan diferencias de dos y hasta tres goles.

En la mesa de centro, el prosciutto, los quesos y el baguet se combinan con las gritos contenidos de las jugadas fallidas de nuestros delanteros. La lluvia se encarga de trabar el encuentro que termina por exasperar a los ansiosos que esperamos el gol de Tenorio, Benítez, Méndez o Lara.

En el fría noche quiteña, llega el gol de Rey que enmudece a unos. Otros lanzamos un largo "Chuuuu...". Vienen los reproches: que esa bola Klimowicz la sacaba; que ese arquero está ahí porque tapa en el equipo del Chiriboga; que por qué Suárez le sacó a Lara; que por qué se jugó a esta hora...

Pitazo final. Caras largas. Reproches que llegan a arrancar sonrisas. Que Correa es ojo seco; que esta derrota es a cambio de la refinería en Manabí; o, que vuelvan el Tin y Aguinaga.

El necesario olvido empieza con la aparición de un naipe. El juego del 21 se encarga de exorcizar los demonios que entristecieron -al igual que a 13 millones de ecuatorianos- a este puñado de hombres que pronto recobran la sonrisa y que saben que, por sobre el resultado de un partido de fútbol, más importante es mantener estos lazos de confraternidad.

lunes, octubre 08, 2007

OK maestros

No hay mayor controversia a la hora de elegir el mejor álbum de los noventas. "OK Computer" de Radiohead es una belleza sónica que saca varios cuerpos de ventaja al "Nevermind" de Nirvana o al álbum negro de Metallica. Thom Yorke y sus camaradas de Oxford seducen desde el primer corte. Sus temas suenan a desesperados y sufridos pasajes del brit pop con pinceladas pinkfloydianas.

Armados desde un lastimero piano y que arranca en in-cressendo hasta un final a toda orquesta con decenas de instrumentos -ortodoxos y no tanto-. En este disco está el súmmum de The Beatles en "A Day In The Life" y de "Comfortably Numb" de Pink Floyd.

Hay canciones tremendamente bellas a las que el video les dió más efecto como "Karma Police". ¿Cómo olvidar la paranoica persecución del vehiculo al hombre y viceversa en una carretera aislada en medio de la noche? Miedo, furia, rebeldía hacia el estableshiment laten en el disco.

Melodías majestuosas como "No Surprises", cuyo intro fue sacrílegamente maltratado por la publicidad navideña de una tarjeta de crédito; o, "Let Down", la canción más desesperada de la sinfonía brit.

Pero para llegar a semejante producción, "OK Computer" tiene un antecesor muy ilustre "The Bends", para muchos radiohedianos el mejor cd de todos los, hasta ahora, seis publicados. Y hay razones para pensar en ello. Existe la creencia de que el mejor disco de un músico es el inmediatamente anterior al que el vulgo cree. Si no, veamos algunos ejemplos: "Highway To Hell" de AC/DC es mejor que "Back In Black"; "High And Dry" de Def Leppard le supera a "Pyromania"; o, "A Momentary Lapse Of Reason" de Supertramp destrona a "Breakfast In America".

En "The Bends" saltan y fluyen con más libertad creativa canciones maravillosas como "Fake Plastic Trees", "(Nice Dream)", "Black Star" o "Just" -cada una de ellas se merece cinco estrellas-; y, el mejor de todos los cortes, para mi parecer, es "High And Dry", que gusta más cada vez que se escucha. Es de esas canciones que uno las saborea mejor con cada pasada. Incluso, hay una versión cubana y en español cantada por Lele de la orquesta Van Van, uno de los pocos cóvers que merecen serlo.

Valgan estos apuntes a propósito de la aparición de "In Rainbows", su séptima placa. En su página en internet se podrá bajar el disco a partir de este miércoles 10 de octubre. Una innovadora manera de venderlo sin necesidad de un sello discográfico. La otra gran novedad es que el precio lo pondrán los compradores. Si quieren pueden pagar desde un centavo hasta un tope máximo de 200 dólares. Y es que en el colmo de la indescifrable lógica de Thom Yorke parece ser que su arte musical, a estas alturas de su vida, no comulga con el dinero. Nosotros felices, porque la plata no sobra a la mayoría de rockeros ecuatorianos que pueden pagar algo simbólico por el download.

domingo, octubre 07, 2007

Una mañana de domingo

Es como un estado de gracia amanecer un domingo como este, con un sol radiante que se cuela entre las cortinas. Calienta e ilumina el dormitorio. Abrir los ojos y volverlos a cerrar con una sonrisa mental. Abrazar a la persona que amas y duerme contigo. Saber que bajo tu mismo techo están descansando todos tus hijos. Todo es paz y tranquilidad.

Es como un cuento de hadas de corta duración que se trunca cuando a las 8 de la mañana suena con insistencia el timbre de la puerta. Una voz femenina, desde el intercomunicador, dice "traemos para usted un importante mensaje". Abro la ventana del dormitorio y miro a dos personas. Son testigos de Jehová que quieren compartir su creencia, recordarnos lo pecadores que somos y la ninguna posibilidad de salvación que tenemos si no nos unimos a ellos y sus 144.000 elegidos. Ofrecen una publicación llamada "Despertad" que el único efecto que causó es el de su título: habernos despertado a todos en una brillante y placentera mañana de domingo.

lunes, octubre 01, 2007

Los votos azuayos

¿Votar por Sociedad Patriótica, el PRIAN, los Socialcristianos, el PRE, ID o los mismos partidos de siempre? No. ¿Sufragar por sinvergüenzas vividores de la polìtica o debutantes audaces e incompetentes? Tampoco. ¿Votar por la vieja guardia de la extrema izquierda oxidada? Peor. Las alternativas confluían hacia ciudadanos preparados -como Edgar Rodas o Xavier Abad- que terminaron ahogándose en medio de un mar de neófitos movimientos -frívolos e indiferentes-; o, la lista oficial, la anfitriona de Montecristi.

En Azuay, como en el país, ganó con abundancia Rafael Correa. Podia haber puesto en la lista 35 a cinco candidatos inéditos que el resultado hubiese sido el mismo. Igual pasó con Sociedad Patriótica, el partido populista del momento. Aparte del padre Fernando Vega, los demás asambleístas electos son debutantes en la política, a diferencia de los que hace diez años fueron a la Asamblea: Claudio Malo, Nicanor Merchán, Gustavo Vega y Pablo Estrella, hombres de experiencia que supieron exponer sus criterios y puntos de vista.

Los recién electos dan para la duda razonable por dos razones: a) al contar el gobierno con mayoría absoluta, la nueva Constitución vendrá redactada desde Carondelet y no les tocará otra que contestar los celulares y levantar las manos; y, b) su ingenuidad en las buenas y malas artes de la política, puede volverles fáciles de ser convencidos y propicios a caer en errores.

El padre Fernando Vega es una persona centrada, confiable, experta en temas sociales. Rosana Alvarado es abogada y comunicadora. Fue nuestra alumna valiosa en la UDA. Inteligente, emprendedora y joven. El economista Jaime Abril es una persona amable e irreprochable. La doctora Beatriz Tola se ha destacado en el campo de la defensa de género y de los sectores sociales. Es preparada e ideologicamente es la más izquierdista de los cinco asambleístas azuayos.

Del doctor Rory Regalado -nombre más raro- poco conocemos, más allá de su currículum académico y por sus declaraciones públicas como candidato. Su estigma y, al mismo tiempo, su ganancia vienen de su jefe político: Lucio Gutiérrez.

En la listas nacionales asoma Fernando Cordero Cueva, saltarín de la política que hoy usa la pintoresca camisa del presidente Correa y sale de campaña de brazo con Rosana Queirolo. Es admirable su capacidad para ubicarse entre los polìticos de moda. Del Ehlers del 96 al Correa del 2007, pasando por sus pasados estudiantiles por el MIU (MPD) y los pactos con la "partidocracia" en su alcaldía -ID, DP, PSC, PRE, PK-, hoy marca distancias y se autoproclama ciudadano transparente.

No tuvo vergüenza para abandonar la diputación, ni bien la asumió y por la que tanto gastó y pidiò el voto. Hoy convertido en comensal de palacio y con la única aspiración de volver a la alcaldía de Cuenca, muchos creen -me incluyo- que será uno de los propulsores de la no-reelección de alcaldes y prefectos en Montecristi, con lo cual se quitará del camino y de un plumazo al actual burgomaestre Marcelo Cabrera.

Así las cosas, toda acción vale para volver a sentarse en el mullido sillón de la calles Borrero y Bolívar, hasta aquella de convertirse en besamanos de quien antes criticaba.

martes, septiembre 25, 2007

Apatía indolente

Partamos de una cosa: los huéspedes de Montecristi serán, en su mayoría, aquellos que desde enero respaldaron la Asamblea Constituyente. Es como una fiesta, cuyos anfitriones son los que hoy nos gobiernan y a la cual asistirán sus íntimos y unos cuantos convidados a los que les tocará cumplir el papel del invitado por compromiso: sentirse extraños y aislados en la verbena.

A pocas horas de las elecciones, nos permitimos realizar los siguientes apuntes acerca de la campaña en Azuay:

Para ser una primera vez en el sistema de publicitar las candidaturas, con el gasto de 10 millones de dólares de dineros del pueblo, las Franjas Publicitarias han sido un estrepitoso fracaso.

La difusión por radio, televisión, prensa y vallas logró homogenizar a todos los movimientos nuevos, entre los que hay buenos candidatos, nadie lo duda, pero a los que les mezclaron con adefesios en los que su atrevimiento e ignorancia es inversamente proporcional a su preparación académica.

Entonces, hemos asistido a la transmisión de un rosario –más gráficamente suena “chorizo”- de spots; casi todos, más o menos, bajo el mismo esquema: locutor presentador, ofertas del aspirante y locutor invitando a votar por la lista. La creatividad y la imaginación estuvieron ausentes o muy lejanas.

Así, se le hará sobrehumano al elector ubicar a aquel nuevo candidato con su nuevo movimiento, al momento de ponerse al frente de la voluminosa papeleta y votar. Hay que sumarle a esto las decenas de fotos que complicarán más el asunto.

Al final, los únicos favorecidos serán los candidatos gobiernistas, es decir, los anfitriones de la celebración que, sin vergüenza en la cara, han exprimido y usufructado de todo el armazón de la administración pública.

Siendo, como es, una elección de enorme importancia para nuestro futuro, el desinterés del elector ha sido patético por esta votación. Muchos, la mayoría, se siguen preguntando por el mecanismo de votación. No saben por cuántos se puede votar ni cuántas papeletas les entregarán en la junta. Una apatía indolente que también le favorece a la lista gobiernista y a los partidos tradicionales y castiga a los nuevos movimientos.

miércoles, septiembre 19, 2007

Enfermos de violencia

Cuando de pronto se abre un hueco en medio de la barra Crónica Roja en la general del estadio cuencano, muchos asistentes se tapan los oídos con las manos por el inminente estruendo que sacudirá el ambiente. Son las explosiones de las camaretas, gráficamente llamadas tumbapuertas. Su hiriente retumbo asusta al desprevenido. Su poderosa onda hace vibrar las ventanas de las cabinas de radio. Este acto ofensivo, que es celebrado por unos pocos y rechazado por la mayoría, cumple su objetivo: amedrentar al rival del Deportivo Cuenca, a los hinchas del equipo visitante y a cualquiera que ose reclamarles, policías incluidos.

Desde la barra se lanzan cohetes que cruzan en medio de las vergonzantes y gigantes botellas inflables del licor auspiciante. El alcohol se consume con deleite en todo el estadio abastecido por las vendedoras de delantal que recorren las gradas ofreciéndolo descaradamente en sus charoles. No es más que otra noche de viernes en la que el escenario deportivo se convierte en la cantina más grande del mundo, bajo la mirada cómplice de todas las autoridades. Luego, terminado el partido, algunos seguirán con la jarana, perdiéndose por los mil y un recovecos de bohemia etílica que ofrece Cuenca.

Las sirenas de las ambulancias de los bomberos ululan toda la madrugada. Los servicios de emergencia trabajan sin descanso atendiendo desde borrachines heridos por caídas, ebrios acuchillados por resistirse a un asalto hasta heridos despedazados por accidentes de tránsito. Normal para Cuenca, ciudad enferma de alcoholismo.

Pero, en los últimos tiempos hay otro problema que se suma al arriba anotado: la ascendente violencia de ciertos hinchas. Ellos han copiado los ignominiosos modelos de barras bravas de otros países en donde la violencia en los estadios es moneda de libre circulación. Son seres que, refugiados en el montón, amenazan y agreden a quien se aventure a usar una camiseta del rival.

Este sábado se juega el clásico regional Deportivo Cuenca-Deportivo Azogues. Algunos de estos flamantes violentos lo asume como si fuese una guerra de dos ciudades, en la que la agresión física dentro y fuera del estadio consta en su agenda de salvajadas. Es posible que la terrible y conmovedora muerte del niño Carlos Cedeño Véliz, provocada por un psicópata de la barra Sur Oscura del Barcelona en Guayaquil, amortigüe temporalmente los impulsos criminales de los que creen que un simple encuentro deportivo es motivo suficiente para herir y matar.

domingo, septiembre 16, 2007

Las peripecias de viajar

Viajar es un alimento para el alma dice la frase de una de las cadenas hoteleras más conocidas del mundo. Y es cierto, especialmente cuando se viaja por vacaciones y, más aún, con toda la familia. Entonces, todo trámite previo va acumulando una sensación que va pasando de la ilusión al deseo y, por último, a la acción de ir a otro lugar a descansar, cambiar de ambiente y bajar las revoluciones.

Una de las mejores impresiones es aquella de despertarse en la mañana, abrir los ojos y ver que estamos en otro cuarto que no es el nuestro y, mejor aún, de vacaciones; que no hay mayor obligación por delante que la de no hacer nada serio e importante durante el resto del día.

Todo desplazamiento tiene sus aventuras. La mayoría, terminan como anécdotas que se arraigan y comparten con nuestro círculo más cercano. Hay de las otras. Aquellas desagradables que, por lo general, se relacionan con el transporte. Que se bajó una llanta; que se recalentó el motor; o, que el avión te dejó porque llegaste tarde –que es una de las peores cosas que pueden suceder-.

Hoy nos tocó de estas últimas. Y no por nuestra culpa. El vuelo con conexiones Miami-San José se retrasó dos horas, tiempo suficiente para trastornar toda nuestra travesía. Al llegar a las 11 y 5 de la mañana a la capital tica, nuestro vuelo de conexión con Quito y Guayaquil tenía media hora en el aire.

Las disculpas de los funcionarios de Taca no llegan a remediar el perjuicio causado. Toca esperar varias horas en el aeropuerto Juan Santamaría, en medio del ansioso ir y venir de cientos de pasajeros en tránsito –o en trance-, hasta conseguir otro vuelo, esta vez por Copa que llegará a nuestro penúltimo destino: Guayaquil. En el centro de información de la aerolínea nos prometen cubrir con los gastos extras que este imprevisto provoca.

Nuestros trastocados planes obligan ahora a pasar la noche en Guayaquil, porque, como sabemos, eso de viajar por la noche por Puerto Inca y Molleturo, en medio de una densa neblina y al acecho de los asaltantes de carreteras, saliendo desde el aeropuerto José Joaquín de Olmedo es una ruleta rusa, un riesgo demasiado grande que no estamos dispuestos a correr.

La noche de este domingo llegamos a Cuenca, y hemos cumplido 40 horas de viaje, una eternidad para regresar de los Estados Unidos, por cierto. Pero, hay un gran pero más: en el avión de Copa, que nos trajo a Ecuador, no nos llegó una sola maleta. Se quedaron en Panamá. Promesas de que nunca se pierden y que nos enviaran a Cuenca nos deben tranquilizar. Pese a las peripecias, en cada viaje siempre habrá algo bueno que sacar a limpio y queda impregnado para siempre en nuestra memoria.

martes, septiembre 11, 2007

Blogs y Sociedad

Andrés Martínez Moscoso, a quien no tengo el gusto de conocerlo, escribe acerca de esta nueva forma de expresión: el blog. Nos nombra en su columna en la página de opinión de Diario El Mercurio. Aquí lo leemos:

Sentado frente a mi computador, revisaba las noticias internacionales y miraba las estadísticas de crecimiento de China, y la inversión realizada para los Juegos Olímpicos, con el objetivo de crear una nueva imagen del país; todo esto ha hecho que su economía se haya dinamizado y en la actualidad se encuentre entre las potencias más grandes a nivel mundial.

Sin embargo, contrasta la cantidad de abusos de las garantías fundamentales de sus ciudadanos, claramente documentadas en un “blog” de una ciudadana china, Zeng Jinyan, quien narra, a manera de bitácora, los duros acontecimientos y situacio
nes que le ha tocado atravesar junto a su familia, por los abusos del gobierno central chino. Si usted querido lector no tenía conocimiento, China limita el acceso a las páginas web, siendo así, si usted se encuentra en dicho país y desea navegar y explorar en una página que no se encuentra habilitada por el gobierno, simplemente usted no puede ingresar.

Un país con progresos pero con limitaciones, aquí nace el cuestionamiento. ¿Hasta que punto se puede ir en contra de los derechos de los individuos para alcanzar el progreso del país? Hay que rescatar la actitud tomada por Zeng Jinyan quien, a pesar de tener limitada su libertad de expresión, ha buscado medio alternativos para luchar en contra de injusticias e ilegalidades impuestas por los más fuertes. Sería interesante que quienes en nuestro medio reclaman y protestan contra las ilegalidades utilicen estos medios y dejen esa protesta caduca, expresada en las paredes, agrediendo las fachadas de los inmuebles del centro histórico, pintando consignas “pseudo” revolucionarias, firmas de movimientos combatientes, etc.

Sin duda, todos los ciudadanos tenemos el derecho de expresar libremente nuestro pensamiento y nuestras ideas, sin embargo, es necesario que todo esto sea canalizado de una manera adecuada mediante la cual la ideología que pretenden expresar pueda llegar a un mayor espectro de receptores.

En la actualidad, dentro de la Web existe una variedad de espacios que permiten al ciudadano expresar sus sentimientos, ideas, necesidades, etc. Así, la idea de los blogs es la de un diario o una bitácora, en la cual el “blogger”, narra de una manera cronológica sus actividades, y las trasmite al visitante. Las páginas principales que brindan este servicio son Blogspot y Wordpress, soportes en donde el usuario -de manera gratuita- puede crear su blog sobre un tema determinado y expresarse hacia la sociedad.

En nuestra ciudad ya existen una serie de blogs que narran historias acerca de las vicisitudes de sus propietarios y, sobre todo, de esa enigmática Cuenca. Destacan entre estos, “Cuencano en el Planeta”, creado por el periodista Jorge Piedra Cardoso (www.jorgepiedra.blogspot.com) quien en otra faceta, pero con seriedad y profesionalismo, muestra a su lectores situaciones cotidianas. Otro blog que destaca es, www.elpubcuenca.com, proyecto realizado por jóvenes cuencanos quienes, a través de graciosos seudónimos (Taita Honorato, Pako Superstar, Julián Matadero) y un correcto uso del lenguaje, presentan artículos humorísticos sobre la idiosincrasia azuaya.


Por todo eso, pienso que el ser humano cuando encuentra cualquier tipo de limitaciones -dígase limitaciones a la libertad de expresión-, ingenia nuevos medios y soportes para expresar sus ideas, pues la VERDAD solamente se puede encontrar gracias a la construcción del conocimiento. Es hora que los ciudadanos encuentren un espacio a través de estos nuevos medios de expresión, le invito a usted lector para que lo intente, no se arrepentirá.
(andresmartmos@gmail.com)

martes, septiembre 04, 2007

Homónimos

Si usted se llama Carlos Andrade, Jorge Vélez, Fernando López, Guillermo Ochoa o Jorge Andrés Piedra tiene un serio problema judicial, si aún no lo sabía.

Estos nombres y centenares más se suman cada día a la base de datos de la policía ecuatoriana con solicitudes de arraigo o, peor aún, órdenes de prisión emitidas por algún juez de los muchos que hay en el país.

Una de las noticias más desagradables que le puedan dar a uno es que, justo antes de viajar fuera del Ecuador, le digan que no puede por orden de un juzgado. Casi siempre los afectados son los homónimos que, con la inocencia que los pinta se presentan ante los filtros de migración, justo antes de abordar un vuelo internacional. Quedan helados y se les derrumban todos sus proyectos.

“Tiene orden de prisión emitida por el juez primero de lo penal de Zamora” le dijeron a mi hijo Jorge Andrés cuando tramitaba el permiso de salida, a pocas horas de tomar el avión. Ese escaso tiempo sirvió para tramitar la aclaración correspondiente que conlleva el inesperado traslado hasta el juzgado acusador, buscar al Jefe de la Policía de Migración de Zamora Chinchipe que solicite la aclaración de que se trata de un homónimo; esperar que el juez revise y emita una aclaración y, por fin, con el salvoconducto en las manos, regresar con rapidez para obtener el permiso policial. En este caso, el juez solo había proporcionado a la policía los dos nombres y un apellido del requerido, pese a conocer el segundo apellido.

En otros casos es peor. Hace unos años, me tocó tramitar ese permiso en Cuenca para salvar a un homónimo manabita de un tal Carlos Andrade (solo un nombre y un apellido) que tenía orden de prisión en el juzgado del Dr. Guillermo Neira, quien me contó que no tenía más datos del requerido que solo su nombre y apellido. Nada más.

En el caso de Guillermo Ochoa, tiene orden de prisión en Huaquillas; a Fernando López lo requieren en Manabí y, a Jorge Vélez en Guayaquil. Casi siempre con un nombre y un apellido. Y así, hay centenares más.

Frente a los escasos datos que los jueces tienen de los requeridos, deberían indicar otros rasgos peculiares de estos como la edad, por ejemplo. Y si conocen todos sus detalles, como el caso de Zamora, deben entregarlos a la policía.

Cosas que solo pasan en Ecuador. Por eso, para no tener estos apuros con los homónimos, es mejor llamarse Guerman como mi hermano o Guifor com o nuestro compañero del periodismo deportivo; o cambiarse de nombre como don Ganzo Peña.

viernes, agosto 31, 2007

(Videos) Un tequila con Julieta

No es una diva, ni quiere serlo. Su facha es alter: larga cabellera negra y lacia que a ratos oculta un rostro siempre sonriente y con un toque de palidez. Lleva blusa, falda corta y medias largas, coloridas y espontáneas. Es un anticliché para las siliconas y cuerpos de bisturí que pretenden los cánones del siglo veintiuno y que abundan desde las pueblerinas Caramelo Caliente hasta las tuneadas Beyoncé y Shakira cantando juntas una espantosa canción que nadie la recuerda de oído sino de vista.

Es que Julieta Venegas no necesita de esos artificios para llamar la atención y cautivar a millones en América y Europa. La mexicana es auténtica, comunicativa y dulce. Pero también es una frenética rockera sobre el escenario. Así lo ostentó en el Coliseo Mayor la noche de este agitado jueves 30 de agosto.

Cinco músicos de talento la escoltan en donde sobresale el baterista por su cabellera estilo Pibe Valderrama y, sobre todo, su potencia para batir los tambores. Un escenario básico con tres pantallas redondas en las que se proyectan videos que escoltan cada corte, luces precisas y un escenario amplio para que la mexicana lo recorra de aquí para allá toda la noche.

A sus treinta y pico, Julieta es una dama que, lejos de alejarse de los locos años con Tijuana No, los relanza y potencia sobre las tablas. Por algo hay dos guitarras eléctricas en su banda, emblema de rebeldía musical. Súmele su virtuosismo para mover las manos, echándole fuelle a su aliado acordeón y dándose el lujo de lanzarse a un solo de diapasón con sus dedos derechos a toda velocidad y precisión, muy a lo Hendrix.

Alrededor de veinte temas adornaron su show en la Atenas del Ecuador para cerca de dos mil quinientos asistentes. Y, si el coliseo “garantiza” un mal sonido, esta vez no fue tanto así, por suerte. Se escuchó fuerte, estridente a ratos, pero audible. Y eso es mucho decir para semejante esperpento de la acústica.

Los momentos de clímax llegaron con las más conocidas: “Limón y Sal”, “Me Voy”, “Eres Para Mi”, “Sin Documentos” y “Andar Conmigo”. Hubo espacio para la protesta cuando recreó un tema de Los Tigres del Norte sobre el muro que construye EE.UU. para obstruir la migración latinoamericana.

Julieta, sangre liviana, buena onda y sin complicaciones. Por sobre todo, una rockera talentosa. Como un buen tequila (uno solo, máximo dos), sin edulcorantes y, claro, con limón y sal.

lunes, agosto 27, 2007

(Audio) Jefferson en el Olimpo de los grandes hombres

Son las 5 y 55 de la mañana de lunes 27 de agosto. Un interminable número telefónico separa a Cuenca de Osaka, Japón. Allá son casi las ocho de la noche. Después de varias timbradas contesta Jefferson. Le saludamos y felicitamos. Nos reconoce; acababa de cenar y empezamos la entrevista del día después de su magnífica epopeya que lo coloca entre los 25 atletas que más se han bañado en oro en campeonatos mundiales de atletismo.

Algunas frases suenan a decreto, como aquella de que en las próximas olimpiadas de Beiging “no voy a cometer los mismos errores que cometí en Atenas".

Luego de quince minutos de conversación, Jefferson no va a festejar su ingreso al Olimpo de los deportistas y perderse en las mil y un diversiones que ofrece una extraña ciudad del primer mundo a un visitante. Va a descansar. Así es él: humilde, sencillo y disciplinado. Como los grandes seres humanos.


jueves, agosto 23, 2007

(Audio) Confirmado: Sábado 27 de octubre, Soda Stereo en Guayaquil

Excelente noticia para los cuencanos que quieren ver a Soda. Este jueves 23 de agosto se publicó la noticia en la página web de la banda. También consta en el calendario, con lo cual ya son 15 shows confirmados.

El parte dice lo siguiente:

Se anuncia una nueva presentación de Soda Stereo para el día el 27 de Octubre en el Estadio Modelo Alberto Spencer de la ciudad de Guayaquil.

La parada previa de la gira será en la ciudad de Santiago, el 24 de Octubre.

Luego de su presentación en Ecuador, Soda Stereo regresará a Chile para una segunda fecha, el 31 de octubre.

Con esta gran noticia, no queda otra que asegurarse un buen sitio y esperar la fecha de viaje al "Manso". Enhorabuena para todos los rockeros morlacos. Escucha el avance que ya se empezó a transmitir en Super 9'49.



miércoles, agosto 22, 2007

Soda Stereo en Guayaquil, entre la ansiedad y el regocijo

Los miles de seguidores de Soda Stereo en Ecuador reaccionamos con entusiasmo al conocer la novedad de su reunión a principios de junio pasado. Con el paso de los días, la efervescencia inicial se ha canjeado por ansiedad. Pero hay noticias confortadoras.

Primero, lo que preocupa: en la página del trío aparecen 14 conciertos confirmados. Pero el nuestro, el de Ecuador, no asoma. Es más, la fecha en principio determinada -21 de noviembre-, ha sido ocupada por el concierto en la ciudad de Los Angeles. Y, por lo que se ve, no queda mucho espacio para recalendarizar la cita con los ecuatorianos.

Las buenas noticias asomaron el domingo 19 de agosto en La Revista de Diario El Universo que confirmó el cambio de plaza de Quito a Guayaquil. Problemas derivados de los enormes costos impositivos que implica el show en la capital de la república fueron las razones para esa decisión.

Este martes hemos dialogado con Christian Cruz y Diego Jara, representantes de Team Producciones, empresa que los traerá a Ecuador. Han vuelto a confirmar la presentación en Guayaquil, en el estadio Modelo. Falta la fecha. Hay dos posibilidades: fines de octubre o mediados de noviembre. La cuña radial de expectativa empezará a escucharse en los próximos días. Los organizadores advierten que los costos de los boletos serán altos y que serán compensados con la calidad del espectáculo y el despliegue tecnológico.

El hecho que se presente en Guayaquil garantizará unos tres mil cuencanos en el "Manso". Otra cosa hubiese sido ir a Quito, en donde los costos se incrementan por la lejanía. Y si fracasa lo del Guayas, hay muchos cuencanos dispuestos a darles las gracias totales a Cerati, Charly y Zeta en el Parque Simón Bolívar de Bogotá el 24 de noviembre, tal como ocurrió con Roger Waters en marzo pasado.