miércoles, noviembre 29, 2006

Terremoto en el austro

La noticia se publicó en varios medios del mundo como el popular portal Terra y en la sección "Última Hora" de Diario Hoy, ambas con fecha 29 de noviembre de 2006. La fuente de esta noticia es la igual de prestigiosa agencia EFE. Sin embargo, la información tiene más de alarmista, y quizás para algunos de sensacionalista, que de real.

El despacho dice lo siguiente:

"Un terremoto de 4,2 grados de magnitud en la escala abierta de Richter se registró anoche en la frontera entre las provincias andinas de Cañar y Azuay, en el sur de Ecuador, sin que hasta el momento se haya informado de víctimas o daños materiales".

"El Instituto Geofísico indicó que el seísmo ocurrió a las 20.05 hora local del martes (01.05 GMT de hoy, miércoles) a 2,62 grados de latitud sur, a 78,62 grados de longitud oeste y a una profundidad de 12 kilómetros. El Instituto no tiene información sobre si el temblor ha sido sentido por la población".

Al mediodía leí el despacho al aire en la radio, aclarando que en Cuenca, pese a la corta distancia del epicentro, no fue percibido. Entonces recibí un sms desde Sigsig, donde un oyente me escribió indicándome que allí sí se sintió. Esta tarde he preguntado a todos mis treinta alumnos de Ética y Legislación de la Comunicación y a todo aquel con el que me he encontrado. Igual, nada. Solo una estudiante que me dijo que su madre que vive en Paute, le contó acerca del temblor.

Me gustaría saber cómo se sentirían aquellos miles de inmigrantes del austro que leyeron esta noticia. Alarmados al principio, aliviados e indignados luego de comprobar que no pasó nada en su querida tierra y que a un periodista despistado no se le ocurrió llamar a la tercera ciudad del país para recoger información de los "afectados".

O quizás se refiere al terremoto electoral que barrió a Álvaro Noboa en Azuay que, después de Cotopaxi, fue la provincia que mayor ventaja proporcional le dió a Rafael Correa -3 a 1-. Aplastante y catastrófico como un cataclismo.

domingo, noviembre 19, 2006

Comunicadores patológicos

“Más fácil es defenderse de una lanza arrojada a plena vista que de una flecha disparada desde la sombra”. Proverbio chino

Durante estos últimos tres días he escuchado afirmaciones de lo más descabelladas, maledicientes y hasta difamatorias acerca de las circunstancias que rodearon la trágica muerte de los comunicadores Emanuel Idrovo y Rocío Álvarez.

Se han vertido teorías con descarada solvencia para explicar las causas y efectos de un acontecimiento que conmocionó a los cuencanos, pero sobre todo a la clase de los comunicadores sociales.

Entre las primeras habladurías, que al final fueron las más blandas, reseño las siguientes:

- Que, en el momento del accidente, habían cuatro personas: dos hombres y dos mujeres; y no tres.

- Que habían ingerido bebidas alcohólicas en uno de los locales de venta de “pinchos”.

- Que corrían todos ellos desnudos por las orillas.

Después, el miércoles 15 de noviembre en la tarde y noche, al haberse encontrado solamente el cuerpo de la licenciada Álvarez, escuché las siguientes patrañas:

- Que Emanuel estaba en una clínica.

- Que Emanuel le había matado a la colega y había arrojado su cuerpo al río para aparentar un accidente.

- Que Emanuel había huído de la ciudad.

Al día siguiente, el cuerpo de Emanuel fue sacado del río Cuenca por el bombero John Durán a la altura del viejo puente de Nulti. Entonces los murmuradores cambiaron de víctima en sus insidias y llegaron a decir:

- Que Gustavo Peralta, quien acompañaba a los accidentados, no quiso rescatarles.

- Que Gustavo les había empujado al río.

- Que Gustavo les asesino, manejó el vehículo de Emanuel hasta el Puente Roto y lanzó sus cuerpos al río.

Allport y Postman (1947), en su Teoría del Rumor, sostienen que éste surge ante la falta de noticias. Alpont señala que los rumores “suelen descargar la tensión emocional inmediata al proveer una salida verbal capaz de traer alivio. Por ejemplo, en un rumor que propala una calumnia, al permitírsele a uno agraviar al objeto odiado logra aliviar un impulso primario de odio; y/o. al mismo tiempo, el rumor permite justificar aquellos estados de ánimo ante la propia conciencia, explicando al otro por qué uno siente lo que siente”.

En el chisme existe un propósito explícito de hacer daño a una persona, con intenciones de dominar, controlar, dañar, y molestar afectando su imagen o bienestar.

Lo doloroso, en este caso, es que increíblemente se usa el chisme contra personas consideradas amigas, actuando con hipocresía y perfidia que nadie entiende.

Y más grave aún es, que quienes lanzaron esas falacias, fueron algunos comunicadores, en quienes la gente cree todos los días que lo que les cuentan, es verídico.

A aquellos malintencionados, les pido que lean la declaración de Gustavo Peralta ante el Agente Fiscal de Paute. Por si les queda algo de decencia.

jueves, noviembre 16, 2006

Discriminados

En plena campaña electoral, una de las preguntas que más nos hacemos es “¿qué dicen van las encuestas?”, en momentos en que está prohibida su publicación a través de los medios de comunicación.

¿Es cierto que hay un empate? ¿Es verdad que el Noboa ha caído siete puntos y que el Correa ha subido? ¿Cuál es el porcentaje de indecisos?... y así por el estilo, son las interrogaciones más remachadas. Las respuestas deben darse en el marco particular, o si no, puede caerle una de las más graves sanciones al medio.

El artículo 52 de la Ley de Gasto Electoral ordena que “veinte días antes de las elecciones, ningún medio de comunicación podrá publicar resultados de encuestas o pronósticos electorales, ni referirse a sus datos… Por el incumplimiento de estas disposiciones, será sancionado el responsable con la multa de $ 2.000 USD; la reincidencia será sancionada con la suspensión del medio, hasta seis meses, siguiendo el procedimiento del artículo 45”.

Este es un artículo evidentemente inconstitucional porque contraviene al menos dos normas constitucionales: la igualdad ante la ley y el derecho a la libertad de expresión por las siguientes razones:

A) La igualdad ante la ley

El artículo 23, numeral 4 de la Carta Magna consagra que “todas las personas serán consideradas iguales y gozarán de los mismos derechos, libertades y oportunidades, sin discriminación en razón de nacimiento, edad, sexo, etnia, color, origen social, idioma; religión, filiación política, posición económica, orientación sexual; estado de salud, discapacidad, o diferencia de cualquier otra índole”.

¿Qué tiene que ver la igualdad ante la ley con la prohibición de publicar encuestas? La verdad es que se ha llegado a discriminar a muchos ecuatorianos que no tienen acceso a internet. Quienes navegan en la autopista virtual –apenas el seis por ciento de los ecuatorianos- pueden llegar, en pocos y fáciles pasos, a conocer todos los sondeos electorales que quieran y de las empresas conocidas (Cedatos, Market e Informe Confidencial).

Al abrir el buscador de google (www.google.com), hay que poner palabras como “elecciones”, “Ecuador” y “encuestas”, por dar tres ejemplos y solicitar su búsqueda. Se publicarán muchas noticias con resultados de sondeos.

No hay igualdad, porque solo unos pocos tienen acceso a estas informaciones. Asimismo, hay discriminación hacia los medios porque, pese a que el mencionado artículo 52 prohíbe a todos, la Internet que es un medio de los medios, al parecer queda afuera de estas interdicciones. O si no, ¿por qué el Tribunal Electoral no le sanciona con dos mil dólares de multa a Etapa Telecom, Satnet o Ecuanet, por dar tres nombres de empresas proveedoras de Internet?

B) La libertad de expresión

Uno de los verbos rectores del concepto de la libertad de expresión es “buscar”, esto es, el derecho que tienen todos los ecuatorianos a indagar y requerir información.

Otro de esos verbos es “recibir” y el otro es “difundir”. El derecho a acoger y divulgar informaciones también se contradice con la prohibición. Es obvio que hay un enorme contrasentido entre un artículo de la Constitución y otro de una Ley común.

¿Qué hacer entonces? En nuestro caso, hemos decidido publicar estos datos, mencionando al proveedor de Internet, la fuente que, generalmente, será una agencia de noticias calificada; y, por supuesto, la encuestadora que, también deberá ser acreditada, y, no como “Consultar”, concebida como un instrumento más de la campaña del PRIAN.

domingo, noviembre 12, 2006

Policías de un mundo incomunicado

Hace pocos días, una señora llamó al programa Micrófono Abierto para quejarse de que a su hijo le llevaron preso y le maltrataron porque llamó “chapas” a unos policías que hacían batidas en la conflictiva avenida Remigio Crespo.

Me pareció un poco desubicada la madre, tomando en cuenta que el significado general que le damos a la palabra “chapa” es irrespetuoso y, por lo tanto, ofensivo para el gendarme.

El epíteto proviene de la palabra quichua “chapag” que significa “el que mira”, señala Oswaldo Encalada en su Diccionario de Toponimias del Ecuador. Es como decirle matasanos a un médico, leguleyo a un abogado o periodiquero a un periodista. Hay animus injurandi, un deseo de injuriar en quien lo profiere. Al parecer, el joven recriminado lo dijo con el deseo de hacer una broma (animus iocandi), sin darse cuenta que hay profesiones como la policía y la milicia que, pese a algunos esfuerzos, viven en otro mundo, diferente y apartado del nuestro, el de los civiles.

A quien no le ha tocado renovar su licencia de conducir o el permiso de salida del país; y, encontrarse con funcionarios imperativos, descorteses y antipáticos; que se refieren a uno por los dos apellidos, antes que por el nombre; que hablan en voz alta y mandona; y, que, con su distintivo dialecto norteño, parecen disfrutar con hacernos cumplir largos y agotadores papeleos.

Lo que menos existe entre policías o militares con los ciudadanos es comunicación. El maestro Kapuscinski dice en su obra “Con Herodoto en la guerra” que la capacidad de comunicarse es la esencia de la humanidad y que la guerra es consecuencia de su interrupción entre los hombres.

¿Alguna vez hemos visto a algún jefe militar o policial dialogando con la gente o conociendo sus preocupaciones? ¿Conoce a alguno que haya permanecido en el Azuay por más de un año?

Y sobre los policías que salen a las calles, las interrogaciones que todos nos hacemos son, acerca de su preparación y, hasta de su facha. Ser interpelado por un gordito, bajito, con insuficiente instrucción intelectual, casi siempre dispuesto a la coima y, lo peor, con un escaso conocimiento de los derechos humanos; no inspira para nada la respetabilidad y autoridad que deben irradiar.

Sin ir muy lejos, en Chile, para postularse a la Escuela de Carabineros (equivalente a nuestra Escuela de Policía) los requisitos son, entre otros, estatura mínima de un metro setenta, antecedentes personales y familiares intachables; y, título profesional de al menos ocho semestres académicos en las áreas de Humanidades, Ciencias Sociales, Educación, Derecho, Administración y Comercio, Salud y Tecnología.

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Escribo esto a propósito de un nuevo caso de policías ladrones que se levantaron con el dinero que debían custodiar y que fue rescatado de la Notaría del extinto José Cabrera, un día de noviembre del año pasado cuando otros policías y militares se bajaban por árboles saqueándose parte de esa plata.

Algo así como entregarle al hambriento ratón de iglesia el cuidado del queso.

miércoles, noviembre 08, 2006

Rafael Correa ante el Tribunal de la Cuencana Inquisición

Algo inusual ocurrió en varias radios de Cuenca este miércoles 8 de noviembre de 2006.
Que se pongan de acuerdo para ceder sus espacios y, en cadena, permitir que otros periodistas que no son de su medio participen de una entrevista, no es fácil.

A más de esto, el invitado era Rafael Correa, candidato finalista para la segunda vuelta electoral, quien soporta una agenda más allá de ajetreada -se había acostado en Quito a las dos de la mañana y levantado a las cinco para tomar el primer vuelo a Cuenca-.

El acostumbrado retraso -Correa venía de una rueda de prensa en el aeropuerto-, alargó el inició del programa hasta las 07h50. La cita fue en el local de Radio Ondas Azuayas y los periodistas entrevistadores fueron Gustavo Cardoso, como anfitrión, Fernando Valencia de Radio Splendid y quien escribe esta crónica, por Radio La Voz del Tomebamba.

Llegó acompañado de un numeroso grupo de asesores, seguidores locales y periodistas de otros medios. Saludos, flashes y lámparas encendidas. Correa pidió un café apenas tomó asiento. En la cabina solo quedaron él, los periodistas y unos cuantos asesores. Un silencio un tanto largo fue roto por la locuacidad del político, quien nos dijo entre en serio y en broma "hay tensión en el ambiente ¿ah?". Y la verdad sea dicha, no hubo tiempo para romper el hielo, asunto esencial para arrancar una entrevista.

A Rafael Correa se le nota el cansancio. Pero no tanto como para decir que está abatido o fatigado fisicamente. Es más visible el agotamiento anímico. Lo pude percibir, porque en las otras dos entrevistas realizadas a él en los últimos tres meses le observé jovial, optimista , triunfante y hasta exultante. Ahora lo vi más reservado, menos abierto. De ahí, su primer comentario acerca de la tensión previa a la entrevista.

Por sorteo, me tocó arrancar con el diálogo advirtiéndole acerca de la decepcionante campaña que nos ofrecen los dos finalistas y de la percepción de que frente a las encuestas que favorecen a Noboa, da la idea que esto se parecía más bien a una preparación para su segunda cruzada electoral. Y de ahí en adelante, fluyeron las preguntas, la mayoría de ellas pidiendo explicaciones sobre temas como la dolarización, la campaña, los planes de vivienda, las contradicciones con declaraciones anteriores, entre otras.

Medios de comunicación: Reformar leyes que protejan el honor

Un asunto que no quedó claro fue acerca de su trato con los medios de comunicación. Dijo que, en vista de que no hay medios sancionados por lo que "irresponsablemente publican", debe reformarse la ley. Le indiqué que las leyes penales no sancionan a las instituciones, sino a las personas y que, por lo tanto, no se pueden clausurar medios de comunicación por lo que se publica en ellos.

Parece que el economista debió decir que simplemente se apliquen los procedimientos que en esta materia existen (Juicio por Delitos contra el honor en el Código Penal o Juicio por Daño Moral en el Código Civil); aunque, claro, con la inseguridad jurídica existente, casi ningún difamador termina condenado. Entonces, el problema no es la falta o el endurecimiento de las leyes, sino su precaria sanción.

El Tribunal inquisidor

Los requerimientos que planteamos los periodistas fueron frontales y aclaratorios, ninguna pera en miel, es cierto. Al punto que, al promediar el encuentro, Correa manifestó su incomodidad con la "inquisidora" interpelación que no le permitía exponer sus planes. A lo mejor pensó que, en vez de preguntas francas y directas, se le pondría una guitarra al frente para que cante y cuente chistes, como ha venido ocurriendo en otros encuentros radiales.

A mi turno le dije que nuestro deber es trasladar a él las preocupaciones que manifiesta el ciudadano y que no existía ninguna actitud perjudicial de nuestra parte hacia él, palabras que fueron respaldadas por Gustavo Cardoso.

La entrevista duró una hora. Al finalizar pude percibir en el candidato un cierto descontento. Los amigos que escucharon me han indicado, en su mayoría, que fuimos frontales y que las respuestas fueron esclarecedoras. Otros, allegados a Rafael Correa, me han reclamado porque se pareció a un interrogatorio muy riguroso e inclemente.

Finalmente, creo que fue necesario. Si ganó o perdió votos, no es nuestro problema. Lo que si debo distinguir es que, un encuentro de estos con Álvaro Noboa es imperioso, aunque casi imposible. Y es que el magnate tiene mucho que perder.

Estimado lector, me gustaría y agradecería conocer su opinión, sobre todo, si Usted escuchó este encuentro.

domingo, noviembre 05, 2006

De chuchumecos a goleadores

Cuando los cuencanos celebrábamos este tres de noviembre el segundo y más importante día del feriado, Álvaro Noboa llegó en su avión privado y sin previo aviso a casi ningún medio de comunicación local.

El candidato presidencial cumplió su obligada presencia en una ciudad aparentemente opositora, -apenas alcanzó el 15% de la votación en la primera vuelta- . Quizás, por eso, lo disimulado de su visita de despedida antes de la segunda vuelta.

Según crónicas de El Universo y El Tiempo, hubo algunos que vivaron al otro finalista Rafael Correa a su paso por calles y avenidas. Una señora le gritó "basta de limosna, no somos pueblo de mendigos", al llegar a la escuela Ignacio Escandón para continuar con su humillante y mediática caridad.

Y cuando los pocos periodistas le preguntaron acerca de las denuncias en su contra (bananeros le acusan de no pagar el precio oficial de la fruta), prorrumpió en un "Viva Ecuador", una de sus típicas y torpes evasivas. De ahí, regreso al aeropuerto y fin de la visita a la tercera ciudad del país.

Sin embargo, más allá del acto que el potentado lo repite por todo el paìs y de una campaña decepcionante en donde no se debate nada, no se expone programa alguno y tampoco hay la más mínima seriedad de los candidatos, lo que si llama la atención es el don de ubicuidad de algunos personajes que se asoman a estas alturas para darle su apoyo a Noboa.

A unos los vieron en el aeropuerto. Otros, en cambio, le manifestaban hace pocos días el respaldo público. A estos "amigos" calificados ahora como "goleadores" por su oportunismo, en tiempos no tan pasados se los llamaba "chuchumecos". Fue Assad Bucaram quien les atinó con este remoquete a los recién aparecidos, comedidos y espontaneos.

El Antiácido de Diario Hoy del 27 de octubre de 2002 -nótese que es hace cuatro años y que Don Assad se refirió a ellos a inicios de los ochentas- no puede ser más detallista para referirse a esta especie polìtica: "Así que Don Buca.. se dio por refunfuñar contra los chuchumecos, palabreja que clavó como una banderilla en el lomo de esos que, entonces, como ahora, les adulan a los ganadores. Es el destino de los elegidos: les lloverán los áulicos, los adulones, los compañeros de escuela, los chismosos, los cepillos, los cagatintas, los besamanos y limpiabacines. Don Buca, ¿dónde estás? Don Buca, ¡ayudarás!".

miércoles, noviembre 01, 2006

Con la "K" en la frente

Al amanecer de este lunes, cuando llegaba a la radio, una fila de papeles tirados a lo largo de la vereda se perdía de la vista por la calle Benigno Malo. Se trataba de hojas volantes sin firma responsable, por lo tanto: pasquines.

Ahí aparecían las fotos de tres dirigentes locales de la Izquierda Democrática, bajo el título de “Culpables”. Quien lo escribió habrá pensado, muy equivocadamente, que, como mi padre se desafilió de ese partido hace pocos meses, íbamos a leerlo en el noticiero. Hablar de su contenido no cabe en esta columna, porque sería darle al autor el gusto de volver público eso que él no es capaz de decirlo de frente.

En tiempos de la época Republicana del Imperio Romano se promulgó la Ley Remmia (año 61 DC). La misma castigaba con la incapacidad, entre otros, al autor de libelos y con otro castigo, peor aún al anterior: se fijaba con un hierro ardiente la letra “K” en la frente del culpable, escarmiento que le acompañaba el resto de sus días.

En la época actual, los pasquines también los encontramos en correos electrónicos, blogs o mensajes sms por celular, aparte del característico impreso o pared pintada.

Sin embargo, el anónimo cumplirá su cometido en quienes lo leen y asumen como verdadero o, peor aún, lo publican a través de los medios, así “aclaren” que se trata de un libelo.

Al que escribe sin firma le acompaña esa inquina que le corroe y le enferma. Condenado a ser cobarde, medroso y solapado. Y tan lejano de quienes decimos al pan, pan; y al vino, vino.