domingo, abril 20, 2008

La pirotecnia musical de Maná en Cuenca (videos)


A las 8 y 35 de la noche de este sábado 19 de abril de 2008, más de veinte mil impacientes asistentes al estadio cuencano recibieron con aliento el impetuoso arranque del concierto de Maná con “Déjame Entrar”.


Como intro presentaron un video en el que un grupo de hombres salta una muralla que explota en pedazos. Y así fue el recital. Lleno de efectos tecnológicos bien equilibrados que hasta pudieron caer en el hartazgo para algunos ortodoxos que solo buscan lo musical.


Si a Maná lo venimos escuchando desde hace 16 años, este era el momento para saldar el compromiso de verlos en vivo. Y la verdad que valió la pena. Un espectáculo sin egoísmos. Ni de ellos, ni de los organizadores.


Del repertorio de Maná no se puede hablar más de lo que ya todos conocen. Sus éxitos caen en la clonación de las formas con toques de colágeno, especialmente los movidos que suenan machacones. Su mensaje de revolucionarios salvadores del planeta puede llegar a cierto escepticismo para otros.


Si bien faltaron sus primeros hits y su último –el cover de “Si No Te Hubieras Ido”-, sus dos horas y quince minutos de espectáculo dejaron satisfechos a todos. Destaca la voz de Fher, toda una marca registrada. La guitarra de Sergio es fina, sin llegar a niveles de virtuosismo. El carismático baterista Alex supo ganarse al público con un largo y digno solo de percusión que recuerda a esas antológicas performances de Neal Peart en Rush.


El buen “timing”, o la administración de tiempos del recital, dejó a todos satisfechos, sin caer en el aburrimiento que pudiese provocar el solo hecho de tocar una tras otra sus canciones. Ahí, apareció la tecnología para imponerse y enseñorearse, por si acaso asomaba algún bostezo.


El sonido basado en enormes torres de 14 metros de altura llegó a todos los rincones con claridad y sin ensordecer a nadie. Destacaron los poderosos bajos que hicieron temblar las cajas torácicas. El griterío de los asistentes y los ecos de la música que salían de los arreglos lineales –line array- llegaron a escucharse hasta el barrio de Bellavista, al otro lado de la ciudad.


Las pantallas gigantes de leds transmitieron los primeros planos de los músicos y los videos de apoyo para cada canción. Impecables.


Los efectos fueron lo mejor de la velada. La batería de Alex giraba, subía y bajaba del escenario. Las llamaradas de fuego que salían de la parte más alta de las torres recordaban los conciertos de Kiss. La lluvia artificial para el tema “No Ha Parado De Llover” coincidió con una precipitación que obligó a los que estábamos en la cancha a cubrirnos.


El cierre de un espectáculo de este nivel no podía ser sino con un despliegue de juegos pirotécnicos sobre el cielo cuencano, y con el acertado fondo del himno “All You Need Is Love” de Lennon como para poner a soñar a cualquiera, mientras los músicos de abrazaron y agradecieron con una larga venia colectiva.


Solo quedaba la lenta, fastidiosa e irremediable salida, cerca de las once de la noche por las estrechas puertas del estadio que me trajo a la mente la imagen de los niños cayendo en la máquina de embutidos del vídeo “Another Brick In The Wall”.


Entonces volvimos a nuestra triste realidad de tercer mundo después de asistir a un concierto de primer mundo: la atávica incultura de algunos, la vergonzosa ebriedad de otros y un mar de desperdicios por todas partes.


Al final, el entretenimiento musical de esta noche de abril fue el mejor de los que se han presentado hasta ahora en Cuenca. Y eso ya es decir bastante.

martes, abril 01, 2008

La información oficial no suena

En la diaria recopilación de noticias para la radio, hay ocasiones en las que nos enfrentamos serias dificultades técnicas. Desde audios de muy mala calidad, entrevistas telefónicas entrecortadas -en especial si son por celulares- o grabaciones sobremoduladas. El resultado casi siempre es negativo. Es preferible no transmitir estos ruidos.
Lo que no contaba estos días fue la muralla que puso en su portal la propia Presidencia de la República. Este lunes 31 de marzo, se ofrecia el audio de las declaraciones de la canciller María Isabel Salvador al presentar la demanda ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya contra Colombia por las fumigaciones. Bajado el archivo, me encontré con que había sido grabado en el formato poco conocido ".dvf".
Nuestra persistencia nos llevó a bajar por internet un software convertidor de archivos para trasladarlo a mp3. Para esto hubo que buscar el programa Switch 1.31 que prometía escuchar por fin las declaraciones de la ministra.
Después de una hora el programa ya estaba bajado y abierto pero no se pudo realizar la ansiada conversión porque el archivo de la Presidencia tenía fallas. Hasta ahí llegó nuestra pérdida de tiempo.
Otro lío grande es obtener los audios de las largas ruedas de prensa del presidente Rafael Correa de los sábados. Recién los días lunes por la noche están disponibles, o sea, cuando ya no es noticia.
Así las cosas, el gobierno de los corazones ardientes y las mentes lúcidas tiene pies de plomo en cuanto a la información sonora. ¿Sabrá esto el mandatario?