
El costo del cartón es de mil ochocientos dólares, al que hay que sumarle doscientos más para el trámite ante el CONESUP. Total: dos mil dólares para que usted obtenga su rótulo de ingeniero, arquitecto, licenciado o astronauta.
La audacia del estafador llega al colmo cuando exige tres requisitos para ser beneficiario del cartón profesional: cédula, certificado de votación y título de bachllerato. Punto. Nada más.
La diligencia empieza con el viaje a Quito. Y cuando el incauto se encuentre en la capital, debe llamar al celular para ubicar al tramitador, entregarle los documentos y los primeros cuatrocientos dólares "para empezar el papeleo".
He visto anuncios como "vendo tesis de grado" o trabajos completos en "El Rincón del Vago", pero esto llega al colmo de la audacia. Lo peor de esta historia es que aquí no pasará nada más allá de haber embaucado a unos cuantos ingenuos.