jueves, diciembre 06, 2007

El vinilo afectivo

El carrusel lleno de discos gira lentamente. Se detiene y del mismo sube un disco de vinilo de siete pulgadas de diámetro hasta ubicarse en el plato vertical que gira a 45 revoluciones por minuto. Una aguja de diamante se junta al plástico y desde su periferia busca un cauce para iniciar un nuevo viaje sónico.

Los cuatro parlantes de la rockola Wurlitzer, modelo 1969, palpitan. El piano y un melancólico Paul McCartney abren la soberbia “Let It Be” de los Beatles. La clásica canción se apodera del ambiente mientras la placa bien preservada es surcada por el diamante. La melodía va in crescendo hasta el final a toda orquesta de una pieza maestra de la música moderna. Final sublime en la mejor de las atmósferas.

Para los nostálgicos de los sonidos analógicos de antaño la llegada del disco compacto y la digitalización solo sirvió para marcar diferencias entre un sonido imperfecto pero afectivo y un sonido puro pero frío.

Y es cierto. Si se pone la misma canción en cd o en el mp3 es muy probable que se escuche como si los cuatro de Liverpool estuviesen tocando ante nosotros en la primera fila del Royal Albert Hall de Londres. Nuestros oídos captarán los más mínimos detalles.

Sin embargo, ese sonido esterilizado no es el que se escuchó cuando llegaron a la cumbre de la fama. Era el otro. Ese, cuyo incesante uso y trato –o maltrato- provocaban la pérdida de calidad y la llegada de invitados no deseados: zumbidos, rayones y la “lluvia” o “crackle”.

La tecnología del “0” y el “1” podrá traernos una perfecta calidad acústica, es cierto. Pero nadie nos quita ese afecto por el desgastado vinilo. Es que ahí, en sus maltratados surcos, se ocultan capítulos de nuestra vida que reaparecen cada vez que pulsamos un número y una letra de la Wurlitzer.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

CUANDO VUELVO A OIR A MIS VIEJOS DISCOS DE BOB MARLEY, HASTA EL OLOR A AÑEJO ME TRANSPORTA A TIEMPOS IDOS DE MENOS RESPONSABILIDADES.

estebandido dijo...

Todo podrá ser, tendremos discos más compactos, o mejores formatos de compresión para audio, pero nada reemplazará al vinilo.

Cuando quiero desestresarme pongo unos LPs en mi tocadiscos y a disfrutar!!!