Cuando en una madrugada de mayo de 2007 el joven David Ambrosi caía herido de muerte sobre la calzada de la calle Juan Jaramillo, en medio de un tiroteo frente a una concurrida discoteca, escribí a las pocas horas un blog, informando y tratando de encontrar respuestas al estado de violencia social que nos hostiga.
Enseguida, empecé a recibir centenares de visitas de ávidos internautas, lo que persistió por varias semanas. Me llamó la atención la serie de comentarios de los lectores. La mayoría condenaba la repentina pérdida de la vida del joven empresario y criticaba la progresiva inseguridad que, por momentos, acorrala a los cuencanos.
Sin embargo, hubo también decenas de comentarios anónimos que, refugiados en su “NN”, atribuían a uno u otro de la autoría del crimen, lo cual amenazó en convertir a mi blog en escenario de diatribas y apostillas entre difamadores y difamados. Entendí entonces la importancia de moderar los comentarios, lo que me permite escoger las opiniones que se deben publicar.
Los rumores y versiones surgieron como lógica consecuencia de un acontecimiento que afectó a una conocida familia de Cuenca y a un círculo social y económico influyente. Aún ahora, a más de cinco meses de la tragedia, sigo recibiendo acotaciones a la nota posteada. La mayoría siguen siendo anónimas.
Este es, a manera de ejemplo, uno de los nuevos dilemas que deben resolver los blogueros: o actúan con seriedad, respeto y responsabilidad; o convierten a su weblog en pasto seco en el que arderán el honor, la privacidad y la intimidad de las personas.Abrir un blog puede ser tomado por algunos como una aventura más de toda la novelería que ofrece la red a sus navegantes.
Escribir un diario contando los episodios de la vida puede estrellarse con la realidad de que muy pocos o nadie se interese de aquello. Luego vendrá el abandono como lógica consecuencia.De lo señalado, nace la pregunta: ¿son los blogs de los periodistas una novedad efímera y vanidosa o, más bien, herramientas valiosas y hasta obligatorias para el intercambio de la información actual?
En Ecuador son muchos los periodistas que han abierto blogs. Andrés Carrión, Rubén Darío Buitrón, César Ricaurte, Ricardo Tello, entre otros. Su objetivo no es el de aumentar sus audiencias –tomando en cuenta la limitada penetración de internet en Ecuador-. Ellos esperan esa importante comunicación de regreso a través de las opiniones de quienes les leen; ese feedback tan necesario para mantener la empatía con sus receptores.
Por otro lado, esta nueva forma de periodismo alternativo brinda más libertad a los comunicadores para desarrollar sus especialidades. En mi caso, por ejemplo, el rock es una pasión que me acompaña desde la niñez y no había tenido la oportunidad de compartir mi afición con otras personas. Ahora, a través de mi página, creo que no hay nada más grato y satisfactorio que escribir sobre este género musical.
Es cierto que los blogs han democratizado la práctica del informador y comentarista. Pero no hay que olvidar que el comunicador, por sobre cualquier forma de expresarse, seguirá siendo buen periodista, más alla de las formas y las innovaciones.
La diferencia con el mal periodista viene señalada desde mucho antes, como una partida de nacimiento.
viernes, marzo 21, 2008
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
6 comentarios:
Hace tiempo Pedro Crespo dueño del portal Qenka.com tuvo un problema con su foro. No estaba controlado. Y la gente que entraba al sitio decía lo que quería e inventaba de otras. Ante tanta difamación, Pedro recibía quejas a diario, tuvo que advertir a los usuarios del foro que si hay protestas de alguna persona que se haya sentido difamada, él podía proveer de la dirección ip de dónde provino el mensaje. Por lo que aquellos célebres comentarios anónimos maliciosos terminaron. En mi blog permito todo tipo de comentarios, de hecho en mis dos últimas entradas hay una espécie de pelea entre bloggeros. Tuve un poco de temor de que un día los blogs terminen siendo un talk show, al estilo de josé luis sin censura. Una manera de protesta contra estos comentarios anónimos maliciosos que adopté, en primera ignorarlos, y dependiendo del grado de vulgaridad, aveces esos comentarios son discutidos por el mismo foro, rechazándolos. Es una actitúd o cultura de los bloggeros más "antiguos". Creo que es una buena manera de lidiar con los anónimos malintencionados.
Hace ya casi un año yo fui una de las personas que mas culpò la muerte de Ratòn por una sencilla razón... Lo que perdimos no fue un nombre mas en la lista o una persona social y economicamente influyente sino un amigo, un ser humano capaz de levantarte del peor hueco con una simple sonrisa... Es verdad que fue muy fuerte pero el dolor te ciega y no te permite observar las cosas con claridad estoy segura que si Dave estuviera entre nosotros se sentiria muy orgulloso de mirarnos a todos poniendo el pecho a las balas y asumiendo con responsabilidad nuestras vidas... La justicia para David, esa dejemosla en manos de Dios para los que creemos en él, les aseguro que Ratón en el cielo ya está haciendo competencias entre las nubes y muy seguramente perdonó al culpable
Perdonar y olvidar es el comentario que hasta ahora suena... Debemos recordar que un blog es un espacio de información para la discusión y el show busquemos otro sitio. Pero la inseguridad causante de los fuertes comentarios aun continúa es increíble que hace tan solo un par de noches atrás un tiroteo muy parecido al que acabó con nuestro Ratón se dio por el sector de La Taberna y nadie ha dado ninguna información aún. El problema es que nos encanta hablar y buscar culpables pero nunca damos soluciones ni siquiera asumimos nuestra responsabilidad como ciudadanos, es increible como dejamos pasar nuestra vida como un soplo de viento mientras gritan por vivir un minuto más.
No sé hasta qué punto puede ser útil o necesario el anonimato. Mi blog no permite comentarios anónimos ya que considero que la opinión debe ser responsable, tanto que nos permita estar orgullosos de emitirla; cuando algo no se firma se presume que quien se expresa se avergonzaría de ser identificado con el comentario que formula. Naturalmente la Web es uno de los medios más paradisíacos para simular identidades.
Siempre hay gente que aprovecha la oportunidad para esconderse en el anonimato y decir cosas sin fundamentos o hasta ofensivas... Pero yo creo que en un blog es un espacio abierto para decir y discrepar, sin embargo tambíén es responsabilidad del dueño del blog eliminar las cosas que no aportan ninguna idea o que simplemente son ofensivas para el que las lee, como insultos o falsedades generales. De allí en adelante la opinión debería ser libre para que de verdad fluyan las ideas.
Ana Gabriela Torres
Takk fyrir ahugaverd blog
Publicar un comentario