Sucede con precisión de reloj suizo. Cada vez que hacemos un comentario crítico a Lucio Gutiérrez o a Sociedad Patriótica, recibimos como respuesta el insulto y la amenaza.
Durante los difíciles días de 2005, mientras se desarrollaba la marcha de toda la provincia contra su gobierno y transmitíamos esa manifestación desde la Plaza Cívica, hubo varias llamadas telefónicas amenazantes contra el medio de comunicación y sus periodistas.
Después, en abril, cuando Gutiérrez decidió cesar a la Corte Suprema de Justicia, nuestro comentario fue en contra de esa resolución evidentemente inconstitucional y desesperada. Al poco rato, una llamada telefónica desde una cabina pública ubicada en la plazoleta de la UNE, volvía a amenazar y esta vez de muerte a mi padre. A través de un amigo común le informamos del asunto al gobernador de entonces Fernando Aguirre, quien había dicho que desconocía del tema. Sin embargo, no lo hicimos público. Hasta hoy.
Y luego de la caída de Lucio, parecía que la cosa se calmó. Así sucedió hasta las pasadas elecciones con los conocidos resultados favorables a Sociedad Patriótica, casi convertida en la primera fuerza política del Azuay, para sorpresa de sus mismos dirigentes.
En estos días, hemos criticado el condicionamiento de los hermanos Gutiérrez para apoyar a uno de los dos finalistas a la segunda vuelta. Hemos dicho que la venganza y la sangre derramada de Alfredo Palacio que claman los "ñaños" no estaba bien para quienes habían recibido el favor del voto. Hemos criticado que ellos no tienen cara para hablar de golpistas, cuando fueron los que se levantaron contra el orden en enero de 2000. Y también hemos manifestado nuestra solidaridad amplia con Radio La Luna, ante las amenazas cómplices de Álvaro Noboa.
Por decir eso, de nuevo tenemos la reacción intolerante. Ahora a través de mensajes por celular. Durante varios días nos califican de "golpistas" y "anarquistas" (¿sabrán lo que significa la filosofía anarquista?). Nos vuelven a amenazar, ahora con persecuciones y juicios (?).
No hemos querido nunca aparecer como víctimas. Estos "lapsus brutus" no nos atemorizan. Faltaba más. Sin embargo, queremos aprovechar estos espacios personales como son los blogs para contar estos gajes del oficio.
A propósito el número de celular del que nos mandan las amenazas es el 099863269.
jueves, octubre 26, 2006
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