viernes, enero 12, 2007

La misma torta con otras moscas

Adivina adivinador, ¿quién dijo lo siguiente?: “hoy el Congreso es la expresión de la partidocracia y de la politiquería, por eso se lo debe cambiar con sentido común, transparencia y austeridad”.

El mismo “
prohombre”, en su plan legislativo 2007-2011, califica así a los bloques legislativos: “verdaderas trincas, por medio de las cuales las minorías que dirigen los partidos realizan sus negociaciones para repartirse en cuotas políticas las representaciones en los restantes instancias administrativas, los organismos de control, las cortes de justicia, y demás espacios de la administración del Estado. El Congreso ha dejado de ser la genuina expresión de la democracia representativa, para convertirse en un mero escenario en el cual se exterioriza el libreto previamente acordado, negociado y sancionado por las cúpulas partidistas quienes son los verdaderos depositarios del poder”.

El mismo personaje, hace pocas horas, en calidad de estrenado “honorable”, entraba y salía raudo y sonriente del Hotel Dann Carlton en Quito, pactando con la nueva mayoría del congreso, concertando con Dalo Bucaram del PRE, Lucio Gutiérrez (PSP) y con la Izquierda Democrática –a la que no se ha cansado de tildarle de ser la expresión de la “partidocracia” o del “febres-borjismo”-.

El ciudadano diputado no tuvo el menor recato de solicitar su troncha, su centésimo, su parcela o, si es posible, más. Si las componendas se dan a escondidas, esta fue desvergonzada, a vista de todos los medios de comunicación del país.

Según lo que cuentan algunos diputados que han repudiado el acto, en un cuarto del hotel se repartían las comisiones legislativas; en otro se adjudicaban los tribunales electorales de todo el país; en una habitación de más allá, el Ministerio Fiscal y la Contraloría; y, en otra, las gobernaciones y demás cargos de la administración.

Dicen los de la nueva componenda que es una mayoría patriótica que evitará una guerra civil en el Ecuador. Eso no se los cree nadie. Es una vuelta más a la tuerca sinfín de la repugnante politiquería ecuatoriana. La misma torta, pero con otras moscas.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Realmente repudiable, principalmente los actos de Lucio Gutierrez. Por ahi corren rumores de que iría de candidato para la Asamblea con su hermano Gilmar. Solo espero que el pueblo se de cuenta de la clase de persona que es y le de un castigo en las urnas.

Anónimo dijo...

Es altamente probable que el grado de confrontación propuesto en sus alocuciones de día asunción al mando del Presidente Correa no creen el mejor ambiente para llevar adelante los cambios de fondo necesarios en un ambiente de paz.
Considero asimismo que los actos previos correspondientes al día 14 no representan a todos los ecuatorianos. Por ejemplo yo voté por Rafaél Correa y no me sentí parte de los actos de Zumbahua porque soy parte de un Ecuador que también existe. Si apenas el 7% de la población se confesó indígena en el último censo, luego, por qué esta explosión de indigenismo extremista y excluyente??? Que, acaso también la educación humanista y la formación de conciencias de personas como yo es privilegio de los tirapiedras??? No señores, el Ecuador es muchísimo más diverso que Zumbahua y su circo.
También creo en que es necesaria una Asamblea... no hay salida a través de las majaderías de estos pedigüeños de troncha como bien escribe el doctor Piedra.