viernes, enero 26, 2007

Tragedia informativa

Cuando la impactante Claudia Raia, una de las musas brasileñas de las telenovelas, soñaba estar en los brazos de un joven mecánico en la telenovela "Bellísima", la emisión de Ecuavisa cambió de pronto por la música de "Ben Hur", característica musical de su noticiero y la aparición de Teresa Arboleda para anunciar "una lamentable noticia". Tomando como fuente al asesor presidencial y periodista Juan Carlos Toledo, la presentadora informó que la ministra de Defensa Guadalupe Larriva "habría fallecido" en un accidente aviatorio en Manta.

El tremendo impacto de la primicia dejaba abierta la posibilidad de que no fuera verdad aquello porque doña Teresa conjugó el verbo en el condicional y además el generador de caracteres también estaba escrito con el "habría", pecado mortal para el periodismo de precisión, pero oro en polvo para los esclavos del rating. Tras el tremendo sacudón, ojos y oídos de medio país cayeron sobre el aparato, el pulgar sobre la tecla "channel" para buscar mas datos en otros canales.

Luego aparecieron los despachos de TC, Gamavisión, Canal Uno, RTS y Teleamazonas comunicando la calamidad. Jorge Ortiz insistió en transmitir solo noticias comprobadas y, en principio dejó en la duda la suerte de Claudia Ávila, la hija de la Dra. Larriva.

Lo cruel vino a continuación: la familia de las víctimas se aferró a la esperanza de vida de la joven. Lo pude comprobar personalmente cuando, después de las diez de la noche, el Economista Leonardo Espinoza salíó del domicilio del padre de la ministra, lugar de cita de la familia Larriva González y sus amigos más cercanos, y nos dio a conocer a un grupo de periodistas que la hija posiblemente estaba con vida, basándose en los datos noticiosos. Es decir, dos horas después del choque de los helicópteros, ningún vocero oficial informó oportunamente a la familia, antes de sufrirlo por la tv, que la joven Claudia tampoco sobrevivió.

Todas eran versiones, suposiciones, aclaraciones, primicias, titubeos, pueblerinadas. Que ha muerto, que no ha fallecido, que está muy grave, que pereció apenas llegó al hospital. Mientras tanto, el flamante aparato comunicacional del gobierno estuvo ausente. Peor aún, el poderoso y aparentemente organizado Ministerio de Defensa no se atrevió a emitir un boletín de prensa, tan necesario en esos momentos.

¿Por qué se tuvo que esperar hasta las 00h15 para tener la versión oficial de parte del propio presidente Correa? ¿Dónde andaba Mónica Chuji, la secretaria de comunicación? ¿Qué le costaba a Juan Carlos Toledo aparecer ante los medios y confirmar las noticias? ¿Por qué el silencio de las Fuerzas Armadas y de los funcionarios del Ministerio de Defensa en momentos en que el país ansiaba noticias certeras? ¿Por qué no hubo una oportuna información oficial para terminar con todas las especulaciones que se dieron esa noche y que tanto encarnecieron a los familiares de la Dra. Larriva?

Será por eso que Jefferson Pérez, entrevistado al día siguiente opinó que, pese a las sinceras y sentidas demostraciones de luto y pesar del pueblo ecuatoriano, “no hay ningún ciudadano en el país que siente el dolor que sufre la familia de la ministra”.

Cuando un soldado de EE.UU muere en Iraq, los primeros en enterarse son sus familiares. Funcionarios militares, de manera personal, se encargan de golpear la puerta de la esposa, padre o madre de la víctima y comunicarles la dolorosa primicia y la solidaria asistencia del Tío Sam.

Dicen las esposas de los militares norteamericanos que viven en las ciudadelas militares que, si bien se ha convertido en una pesadilla ver, de vez en cuando, la llegada del vehículo con los voceros de las malas noticias, prefieren enterarse así de la tragedia, antes que mirarlo por la televisión o recibir la llamada telefónica de algún conocido que se puso al corriente a través de los medios.

Eso es allá en el primer mundo. Acá, el "dios rating", para quien la información de una tragedia es una mercancía, no lo permite.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Saliendo un poco del tema original, también es lamentable ver como la trágica muerte de Guadalupe se convirtió en un espacio de propaganda política... El partido socialista protagonizó los homenajes y se llevó mucho más cámara que los propios familiares; y por supuesto, no desaprovecharon ninguna oportunidad para elevar consignas radicales.

Incluso hasta el MPD aprovechó el espacio para hacer propaganda...

No me pareció correcto involucrar política partdista alrededor de la muerte de la Ministra.

Todos los cuencanos estamos muy dolidos -al margen de la ideología-, lo que cuenta es la calidad humana, la honradez, la vocación de servicio de un ser humano.. no de una presidenta de partido.

Tuve el gusto de conocer a Guadalupe y la llegue a admirar.

garforlock dijo...

Solo me pregunto por que no se cayo un helicoptero cargado de unos personajes que se hacen llamar los padres de la patria

En fin, hay una cancion que dice "Solo los buenos mueren jovenes, solo el mal parece vivir por siempre"

Anónimo dijo...

Nos consterno la noticia aca en el exterior de tan terrible tragedia .. Pero una cosa que decearia decir .. Que acaso no esta mas que claro que todo fue planeado??,, porque que raro el hecho de que justamente el helicoptero en el que ella y su hija viajaban se chocaran verdad? .. porque el hecho de que ahora dicen tener pruebas de que existieron fallas en ambos helicopteros pues si existieron tales fallas porque dejaron abordar a la Sra. Guadalupe .. ?? NO SERA QUE ARREGLARON TODO PARA QUE APARECIERAN ESAS FALLAS Y SI POR SI FALLABA EL UN HELICOPTERO QUEDABA OTRO PARA TERMINAR EL TRABAJO. TODOS LOS POLITICOS SON UNA PARTIDA DE HACESINOS.. OJALA Y LOS ENCIERREN A TODOS .. MALDITOS.

Anónimo dijo...

Para mi que eso fue un missile de esos gringos y hasta que lleguen las autoridades y los militares ellos ya limpiaron todo.
Desafortunadamente ellos no van a encontrar nada y todo va ha quedar como un lamentable accidente.