jueves, abril 19, 2007

Viaje al fondo de la irritación

Es lunes 16 de abril y de acuerdo al noveno dígito de mi cédula, tengo plazo hasta ese día para presentar la declaración mensual del IVA. Con los papeles en la mano ingresé a la agencia del Banco Pichincha de la Avenida de las Américas y Ordóñez Lasso a las 13h45. Una serpenteante y enorme fila de unos treinta clientes miraban, con desesperación y muertos de hambre, como los minutos avanzan más rápidos que ellos.

Decidido a soportar el padecimiento me ubiqué al final de la cola que, de tan larga, había rebasado las cintas divisoras. A los diez minutos, el guardia se acercó a decirnos, con su acento costeño, que no se estaba recibiendo ningún pago del SRI. La típica e irritante salida del “no hay línea”, que no es otra cosa que una demostración de ineficiencia, ya casi no necesita una explicación.

Sugerencia: Colocar un letrero que diga, por ejemplo: “Estimado cliente: en este momento lamentamos no poder atenderle en los siguientes servicios: pagos de planillas de luz, pagos del SRI y cobros de cheques. Como siempre, nos quedamos sin línea”. Con esto nos ahorran algo de tiempo y enfado.

La siguiente parada fue en la agencia de El Arenal, en donde es tan difícil conseguir estacionamiento como ser atendido con presteza por los dos únicos cajeros. En esta ocasión, la fila era tan grande que se salía hacia la calle. Para colmo, a esa hora -14h10-, caía una llovizna. El guardia que también es costeño o peruano, quien sabe, nos responde que tampoco hay línea para el SRI.

Mascullando la pésima atención y ante la urgente necesidad de realizar la transacción, no quedaba otra que buscar otra agencia. Llegamos al local de la Remigio Crespo. De nuevo la hilera saltaba hasta la avenida. Pero esta vez, el guardia también costeño, nos confirmó que sí se estaban haciendo las transacciones del IVA. Alivio en medio del coraje.

Ahora a esperar, esperar, esperar y seguir esperando. Hasta que llegó una señora con un bebé en brazos, un ardid que nadie de los desesperados de la fila se lo tragó. Las miradas envenenadas se clavaron sobre la dama y las murmuraciones generales hicieron desistir a la mujer engañosa.

Todos deseaban que no lleguen ni embarazadas, ni viejitos porque no hacen fila; que a algún cajero no se le ocurra cerrar la ventanilla ni para irse al baño; que más bien abran otra de las tantas ventanillas siempre desocupadas; que no esté delante de uno algún depositante lleno de paquetes de billetes y sueltos o alguna fragante vendedora de cebollas del mercado que saca de su delantal a cuadros un paquete de billetes arrugados y húmedos.

Los celulares sonaban y los que contestaban respondían con cierto fastidio “aquí en el banco; esta muy larga la fila”, para justificar su atraso. Es decir, a esa hora, casi todos los exasperados clientes estaban demorados, cansados y disgustados porque hoy no habrá siesta.

A las 15h15 por fin avancé hasta una de las dos cajas. Con amabilidad fui atendido por el cajero y, en menos de tres minutos, salía del banco pensando que la única manera de exorcizar todos los demonios que se me metieron adentro, era escribiendo este blog.

2 comentarios:

Victor Contreras Arcos dijo...

Y es que en verdad eso nos pasa a todos y en todas partes del país, hubo una ocasión en la que aprovechando la hora del almuerzo fui al Bco de Guayaquil en la que como gran cantidad de clientes desconocìamos que una agencia de la Amazonas se estaba cerrando y se trasladaban al CCI, y que únicamente estaba abierta una caja, yo como la gran cantidad de clientes asumíamos que los otros cajeros habían salido al almuerzo y que pronto llegarían, pero oh sorpresa, solo había una caja. Lo peor que habían personas que iban a tramitar declaraciones del SRI y tras aproximadamente una hora de espera el cajero le indicó que en esa agencia no se tramitaban declaraciones, ya se imaginarán los reclamos justos que realizamos. y por ineficiencia de alguien que dispuso que se ponga una caja, el cajero se llevó una serie de fuertes reclamos, 9 de cada 10 personas le hacían conocer su malestar.

Esperemos que los Bancos, nos traten de una forma adecuada y correcta a quienes les estamos dando trabajo y dinero (ya que nos cobran por todo), sin nostros (los clientes) esos bancos no son nada, recordemos que le pasa a un banco cuando personas irresponsables inician una campaña de desprestigio indicando que un banco va a cerrar y sus clientes retiran sus fondos...

Excelente punto de vista Dr. Piedra, Felicitaciones.!

Siempre le escuchamos en la Super 949 y en Tomebamba....!!

Victor Contreras Arcos dijo...

Efectivamente, existe en algunas instituciones bancarias un total irrespeto hacia sus clientes, siendo que nosotros con nuestro dinero depositado en sus instituciones les generamos divisas. A parte que nos cobran por todo (lo que ellos llaman servicios), por cambiarte una libreta (una simple hoja impresa) te cobran más de 2 dólares; y a pesar de todo, nos maltratan.

Felicitaciones Dr. Piedra por haber tocado un tema muy interesante, siga adelante. Siempre estamos pendientes de sus comentarios y noticias a traves de la Super 949 y Tomebamba.

Nota: Saludos a Panagrias en su Radio Pirata y al Aniceto en donde se encuentre....