Rebelión en la cárcel de varones de Cuenca

El olor a madera y plásticos quemados inundó el ambiente y se mezcló con el aroma de la tierra mojada por la molestosa e interminable lluvia. El ambiente era de máxima tensión. Decenas de policías armados con rifles, chalecos antibalas y cascos, a mando del Coronel Raúl Ribadeneira, no podían ingresar al espacio en donde se verían cara a cara con los amotinados. Un grupo de bomberos trataba de apagar un incendio interno y no podía pasar por la agresividad de los detenidos. Adentro se escuchaban gritos, estruendos y golpes altisonantes en las puertas. Los rostros de los guías y empleados del reclusorio eran de terror e incredulidad (debe ser uno de los peores oficios que existen). La escena me recordó al amotinamiento final de la película "Natural Born Killers" (Asesinos Por Naturaleza).

Cerca del mediodía de este viernes 15 de junio de 2007 se produjo un levantamiento de un grupo de reos cuando celebraban el último día de la Semana del Recluso. No había llegado nadie al acto. Ni autoridades, ni periodistas, ni invitados especiales. Ellos deseaban dar a conocer a la sociedad las terribles condiciones en que viven. Se calmaron solo cuando llegaron los periodistas y ante nosotros pudieron expresar sus quejas.

En este caso, las palabras que escribamos no se acercan siquiera a las imágenes de la miseria y el hacinamiento en la que sobreviven los presos. Le invito a que vea el video y reflexione sobre esa realidad a la que la sociedad y los gobernantes se alzan en hombros y se desentienden.