Después de la destitución de cincuenta y siete de ellos por parte del Tribunal Supremo Electoral, acto respaldado por el gobierno, volaron las cabezas de Fernando Aguirre Cordero (PSP), Antonio Álvarez Moreno (PSC) y Oswaldo Flores Manzano (PRIAN). Luego, convocadas las elecciones para la Asamblea Constituyente, otro de los legisladores titulares, Fernando Cordero Cueva (MCNP), renunció a su asiento en el edificio del exBanco Central del Ecuador para postularse como candidato en la lista nacional gobiernista, lo que le ha valido una serie de comentarios muy sarcásticos en el blog El Pub. Entonces, el único principal que ha quedado es el inextinguible Carlos González Albornoz (ID).
De los cuatro nuevos, dos han sido conocidos por sus actividades anteriores: el comunicador radial Luis Vintimilla Lazo (PSC), y el abogado y profesor universitario Caupolicán Ochoa Neira (MCNP).
Sigamos. Ahora es cuando se va poniendo difícil el asunto. Los otros dos diputados del Azuay son Luis Vega (PRIAN) y
A uno de ellos le acaba de caer el cabalístico 7-7-7, cuando el sábado 7 de julio de 2007, el presidente Correa le denunció como uno de los supuestos traficantes de influencias a cambio de votos en el congreso a favor del gobierno. El primer mandatario lo nombró en medio de otros legisladores y anunció que tenía pruebas porque hizo actuar como su emisario en las presuntas negociaciones corruptas a un capitán de policía.
Con este antecedente, le entrevistamos al aludido diputado
Cuando el 26 de octubre pasado, los azuayos fuimos a las urnas a elegir, entre otros, a nuestros cinco diputados, nadie se hubiese imaginado que, al final de cuentas, estábamos escogiendo a los suplentes. Tres se fueron por actuar como siervos de enmohecidos caciques de los partidos tradicionales que quisieron impedir la consulta y el otro por su megalomanía y habitual delirio por el poder.
Al final, no se puede esperar mayor cosa de un congreso de suplentes.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario