La creciente devastadora del río Yanuncay y su consiguiente pánico obligaban a buscar fuentes informativas que den cierta certeza en medio de la incertidumbre. Volvimos a referirnos a los despachos del instituto oficial. Empezamos a abrir, de nuevo el noticiero con el pronóstico del tiempo. Al paso de estos pocos días nos hemos dado cuenta que son más los desaciertos que las coincidencias. Para muestra mire la foto del pronóstico de hoy lunes que en realidad ha sido soleado en la mañana y que trae un error de escritura para el martes que señala una temperatura mínima de ¡80 grados!
Buscando una explicación para esta desinformación, encontramos una entrevista en Diario El Comercio de este lunes 2 de julio, al Ingeniero Carlos Lugo, Director Ejecutivo del INAMHI. Frente a la pregunta de ¿por qué no hubo la previsión del clima que pudo servir para dar la alerta?, el funcionario reconoce que el 70 por ciento del presupuesto se va en sueldos y que no hay para implementar una alerta temprana local en sitios vulnerables. O sea, usando términos más coloquiales, estamos en la era de las cavernas en materia de previsiones climáticas.
Es obvio que Cuenca es una ciudad vulnerable porque está cruzada por cuatro ríos y porque está en la zona alta de la cuenca del Paute afectada por la deforestación que provoca un acortamiento en los tiempos de respuesta de crecientes a dos y tres horas y, por lo tanto, casi no hay tiempo para una respuesta, según señaló a Diario El Tiempo el coordinador de estudios del INAMHI Carlos Gutiérrez.
¿Tendremos que seguir esperando cruzados de brazos que el centralismo se acuerde que acá viven en peligro quinientas mil personas por la falta de un sistema de alertas tempranas? ¿Quién le pone freno a la deforestación? ¿No será mejor hacerlo nosotros mismos a través de ETAPA, el Municipio o el Gobierno Provincial, como casi siempre ha ocurrido?
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