
Es como un cuento de hadas de corta duración que se trunca cuando a las 8 de la mañana suena con insistencia el timbre de la puerta. Una voz femenina, desde el intercomunicador, dice "traemos para usted un importante mensaje". Abro la ventana del dormitorio y miro a dos personas. Son testigos de Jehová que quieren compartir su creencia, recordarnos lo pecadores que somos y la ninguna posibilidad de salvación que tenemos si no nos unimos a ellos y sus 144.000 elegidos. Ofrecen una publicación llamada "Despertad" que el único efecto que causó es el de su título: habernos despertado a todos en una brillante y placentera mañana de domingo.
1 comentario:
Ja ja ja ja ja ja. A mi me paso lo mismo una vez, les dije que era musulman y que si seguian hablandome de su dios tenia que destruirlos por guerra santa, y se fueron asustados, je je je.
att Genaro
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