domingo, octubre 07, 2007

Una mañana de domingo

Es como un estado de gracia amanecer un domingo como este, con un sol radiante que se cuela entre las cortinas. Calienta e ilumina el dormitorio. Abrir los ojos y volverlos a cerrar con una sonrisa mental. Abrazar a la persona que amas y duerme contigo. Saber que bajo tu mismo techo están descansando todos tus hijos. Todo es paz y tranquilidad.

Es como un cuento de hadas de corta duración que se trunca cuando a las 8 de la mañana suena con insistencia el timbre de la puerta. Una voz femenina, desde el intercomunicador, dice "traemos para usted un importante mensaje". Abro la ventana del dormitorio y miro a dos personas. Son testigos de Jehová que quieren compartir su creencia, recordarnos lo pecadores que somos y la ninguna posibilidad de salvación que tenemos si no nos unimos a ellos y sus 144.000 elegidos. Ofrecen una publicación llamada "Despertad" que el único efecto que causó es el de su título: habernos despertado a todos en una brillante y placentera mañana de domingo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Ja ja ja ja ja ja. A mi me paso lo mismo una vez, les dije que era musulman y que si seguian hablandome de su dios tenia que destruirlos por guerra santa, y se fueron asustados, je je je.

att Genaro